El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek, subrayó que el Poder Judicial de la Federación (PJF) “nunca puede ni debe renunciar a su función de contrapeso” ante el sistema político mexicano.
En el foro Retos en derechos humanos y derecho internacional humanitario. Ejercicio y autonomía de los poderes del Estado, durante la Feria Internacional del Libro (FIL2023), expuso que la SCJN “es un factor de contrapeso fundamental en el desarrollo democrático del país”.
“A través de las controversias constitucionales, se permite la defensa y la supremacía constitucional en un litigio entre poderes”, agregó.
“No sólo es el Poder Legislativo el que debe tener una función de contrapeso, él verá si renuncia o no a esa función; el Poder Judicial nunca puede ni debe renunciar a su función de contrapeso”, puntualizó.
En este sentido, aseveró que instituciones como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) deben tener la fortaleza necesaria para tener autonomía frente a los sujetos regulados; es decir, frente a los poderes fácticos.
El ministro destacó que en México, la creación de órganos constitucionales autónomos contribuyó a establecer contrapesos en el sistema constitucional mexicano, para lograr un régimen de equilibrios.
No sólo es el Poder Legislativo el que debe tener una función de contrapeso, él verá si renuncia o no a esa función; el Poder Judicial nunca puede ni debe renunciar a su función de contrapesoJavier Laynez Potisek<br>Ministro de la SCJN
En su oportunidad, Carlos Ovidio Pareto, titular de una Comisión de Derecho Penal en el Instituto Superior de Seguridad Pública Experiencia laboral, enfatizó la relevancia de la independencia del Poder Judicial y mencionó algunos requisitos para que los países puedan alcanzarla.
Como primer lugar precisó que es fundamental que las personas juzgadoras, de primera o segunda instancia —e incluso de las cortes supremas— sean capaces de distinguir cuando un tema, por más político que sea, afecta un derecho particular o colectivo y es merecedor de ser tratado por el Poder Judicial; es decir, diferenciar entre lo que es judicializable y lo que es meramente político.
En el caso del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) señaló que éste debe ser conformado por la SCJN, por los colegios de abogados, los colegios de magistrados, organismos no gubernamentales e incluso por la política, pero precisó que “la política tiene que estar en minoría”.
El exsecretario del Juzgado Penal en Argentina también consideró relevante que exista una escuela judicial que prepare a quienes van a ser juzgadoras o juzgadores, porque la carrera judicial es difícil y exige vocación, porque detrás de toda decisión que toman las personas juzgadoras, siempre hay un ciudadano impactado por esa determinación.
TEPJF llama a defender la democracia en 2024
El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, llamó a los mexicanos a salir a defender la democracia en los comicios del 2 de junio de 2024.
Al participar en la presentación del libro ¿Qué podemos hacer por la democracia?, en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara 2023, expresó su preocupación por los riesgos que existen para el futuro de la democracia.
“Al preguntarnos ¿qué podemos hacer por la democracia? Yo supongo que la respuesta que todos daríamos es defenderla, abrirla, hacerla más responsiva a las necesidades de la gente, cultivarla todos los días”, indicó.
En su discurso, el magistrado subrayó que la democracia es responsabilidad de todos, por lo que consideró que cada ciudadano debe enfrentar los retos que representa.
Rodríguez Mondragón dijo que entre sus principales preocupaciones por la democracia se encuentran los ataques a las instituciones y el ascenso de líderes que no respetan sus principios básicos.
“La primera preocupación que comparto son los ataques a la institucionalidad democrática, a las autoridades electorales en general, a las instituciones de la democracia misma. La influencia del dinero, la corrupción, el crimen organizado y actores enemigos de la democracia o desleales a los principios que la sostienen ponen bajo presión a las instituciones y sus procesos.
“El ascenso de liderazgos en el mundo que desafían los principios básicos de la democracia no surge espontáneamente, suelen ser resultado de la pérdida de confianza pública en este sistema del desencanto democrático”, expresó el magistrado.
Dijo que ante la desconfianza al Gobierno, que se puede traducir en desprecio a las instituciones, todos deben asumir la responsabilidad de responder para qué es necesaria la democracia.