El terreno donde se ubica la mina El Pinabete estaba catalogado como Zona de Riesgo (ZR), pero el cabildo del municipio de Sabinas, Coahuila, conformado principalmente por funcionarios panistas, autorizó modificar esa restricción en el 2019, con lo que el uso de suelo pasó a ser de Industria Extractiva (IE), en respuesta a la petición del dueño del predio concesionado, Héctor Omar Villarreal González.
De acuerdo con el acta de sesiones del cabildo, fechada el 5 de marzo del 2019, participaron el entonces presidente municipal, Cuauhtémoc Rodríguez Villarreal, quien fue postulado por la coalición PAN, Unidad Democrática de Coahuila (UDC) y Movimiento Ciudadano.
Rodríguez es empresario del carbón y por ello aceptó el trato propuesto por Héctor Omar Villarreal, quien, de acuerdo con el acta de la sesión, donó un terreno, sin escrituras e irregular, porque “los Moreira no le quisieron dar una firma” para que se legalizara la propiedad.
“Él (Villarreal) tiene unos terrenos en Agujita y no va a afectar el área. Él va a hacer una mina subterránea como están en las Conchas, que están funcionando en dicho terreno, que están en los límites del impacto ambiental que nos está afectando, porque va hacer la extracción de mineral subterráneo y a cambio de esto, él donó una vez un terreno que no está regularizado por una firma, porque no se entendió con los gobernadores de apellido Moreira”, justificó el alcalde panista, para quitar la advertencia de “terreno en zona de riesgo” y cambiarla por “industria extractiva” para que pueda explotarse la minería.
Pero el alcalde no estuvo solo en esa decisión. Sus compañeros de coalición: la síndico por mayoría Karina González Garza y nueve regidores: Pedro Armando Pérez, Claudia Andrade Bernal, Juan Francisco Arriaga, Miriam Salas de la Rosa, Gerardo Gutiérrez Rangel, Elizabeth de Hoyos Yutani, Guadalupe Villanueva Avilés, Juan Jaime Ayala y Mirna Barraza Carrillo, avalaron cambiar el uso de suelo.
La resolución también fue acompañada por la síndico por minoría María del Carmen Campos y los regidores Edith Maldonado González, Pedro Aguirre Cárdenas y Raúl Hernández Almaraz, todos ellos del PRI. Éste último falleció un año después de firmar este documento.
También dieron su aval las regidoras de Morena, Elida de Jesús Aguirre, y Graciela González Vélez, del partido local Socialdemócrata Independiente, así como el secretario del Ayuntamiento, Hidalgo Neaves Cura, del PAN.
El documento también señala que Héctor Omar Villarreal construiría una mina subterránea; es decir, los pozos en los que desde hace más de una semana se encuentran atrapados 10 mineros.
Durante esa sesión del cabildo también se aprobó regularizar el terreno donado por Villarreal González, el cual no tenía escrituras, “para poder hacer bien las cosas y (porque) no afecta el impacto ambiental”.
En el encuentro, la única que habló fue la regidora González para preguntar si el terreno contaba con los permisos ambientales y si la concesión estaba a nombre del propietario. Fue informada que contaba con una manifestación de impacto ambiental y que la concesión sí estaba a su nombre. Incluso, ambos documentos fueron anexados al acta de la sesión.
Los regidores acordaron crear una comisión para el “desarrollo extremo” de los trabajos de esta mina. Y no se abundó más.Con esa decisión, se modificó la utilidad del terreno y dejó de ser una zona de riesgo, para convertirse en un área susceptible para la explotación minera subterránea.
En el oficio OP/94, dirigido al secretario del ayuntamiento, el director de Obras Públicas municipales, Alejandro Mendoza Quintanilla, señala que “en referencia a la solicitud de cambio de suelo (sic) presentada por la Cía. Minera el Pinabete S.A. de C.V., referente a un predio ubicado al noroeste de Sabinas Coahuila, el cual cuenta actualmente con uso de suelo asignado en el Plan Rector vigente como ZR (Zona de Riesgo) y una superficie de 5 hectáreas, le informo que esta dirección, posterior a revisar detalles y una vez puesto a consideración y aprobado por unanimidad por el Consejo de Desarrollo Urbano, no ve inconveniente en validar a favor la solicitud de cambio de uso de suelo del vigente al de Industria Extractiva (IE)”.
Es la segunda instancia que contribuyó para modificar el uso de suelo en la mina donde están los trabajadores atrapados.
En el Registro Público de Comercio se inscribió, el 27 de marzo del 2012, el Folio Mercantil Electrónico número 2061-5, en el que se acredita la constitución de la Compañía Minera el Pinabete, S.A. de C.V.
En el Registro Público de Comercio de la Secretaría de Economía, inscrito el 27 de marzo del 2012, sólo aparecen dos socios de la compañía: Héctor Omar Villarreal González y su hijo Héctor Omar Villarreal Beltrán, cada uno con 25 acciones con un valor de mil pesos cada una.
Y el 10 de enero del 2019 se formalizó, ante el notario público José Luis Cárdenas Dávila, la venta de la mina El Pinabete a Luis Rafael García Luna Acuña, con el traspaso de acciones y salida de la sociedad de Villarreal González y Villarreal Beltrán, y todas las acciones quedaron a su nombre, conforme la asamblea realizada el 18 de noviembre del 2018.
Es decir, vendieron la mina cuatro meses antes de solicitar al cabildo de Sabinas que modificara el uso de suelo, eliminando la restricción de Zona de Riesgo para poder venderle a García Luna Acuña, quien es el actual dueño de la mina, al menos en los registros de la Secretaría de Economía.
FGR busca procesar por explotación ilegal a dueño
La Fiscalía General de la República (FGR) presentó ante un juez la carpeta de investigación en contra de Cristian Solís, señalado como presunto dueño de la minera El Pinabete, por el probable delito de explotación ilegal del yacimiento.
La solicitud de inicio de juicio se entregó en el Centro de Justicia Penal Federal en Torreón, por “su responsabilidad en todos los actos de dirección y administración, en la explotación ilícita del subsuelo que es un bien de la nación, a través de la mina de carbón mineral conocida como El Pinabete, en Sabinas, Coahuila, incumpliendo con las obligaciones que la ley le impone a quien realiza ese tipo de actividades”.
De acuerdo con la FGR estas conductas corresponden a los delitos de explotación ilícita de un bien que pertenece a la nación, que se castiga por la Ley de Bienes Nacionales y el Código Penal Federal.
La FGR utilizará las declaraciones de los cinco mineros que lograron salir, quienes señalan como su patrón a Cristian Solís. Además, se entregarán dictámenes “en documentación fotográfica, en materia criminalística de campo, en ingeniería y arquitectura, en investigación criminal, así como las inspecciones y entrevistas correspondientes”.
Un elemento clave será la propia declaración de Solís quien se autoincrimina, pero los delitos que buscará fincarle la FGR pueden aumentar. Para ello, el Ministerio Público Federal continúa recabando pruebas para acreditar otros ilícitos.
La Razón dio a conocer que Solís es un joven de 27 años, vecino de la comunidad Las Agujitas, quien vive en una modesta casa de la región, a quien según Cristina Auerbach, dirigente de la organización Familias de Pasta de Conchos, “le quieren cargar el tema por haber prestado su nombre, es como lo más perverso del mundo, porque esto venimos diciéndolo desde hace como 15 años y no han querido corregirlo” los diversos gobiernos.
Rescate en pozo de Sabinas sigue lento; pilotes obstruyen labores
E l rescate de los 10 trabajadores en la mina “El Pinabete”, en Coahuila, se enfrentó ayer a obstáculos que continuaron impidiendo el ingreso de los elementos que laboraban para sacarlos del pozo de carbón, en el que permanecen atrapados desde el miércoles antepasado.
Hoy se cumplieron nueve días desde que Hugo Tijerina Amaya, Jaime Montelongo Pérez, José Martínez Valdez, José Luis Mireles Arguijo, José Rogelio Moreno Leija, José Rogelio Moreno Morales, Margarito Rodríguez Palomares, Mario Alberto Cabriales Uresti, Ramiro Torres Rodríguez y Sergio Gabriel Cruz Gaytán, quedaron a 60 metros de profundidad.
Luego de que el miércoles un buzo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no pudo avanzar ante la obstrucción de pilotes de madera en el pozo número 3, ayer, las labores se concentraron en el retiro de los obstáculos, según el gobierno estatal.
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) indicó previamente que estas estructuras impiden el acceso a cuatro galerías de la mina; es decir, los túneles horizontales.
Otras de las labores que ayer se realizaron fueron la exploración interior de la zona, así como el cambio de bombas, con el fin de continuar la extracción del agua y que, de esta forma, los rescatistas puedan ingresar.
“Para el equipo interinstitucional de rescate, la salud y la vida de los salvavidas es prioritaria, por lo que todas y cada una de las maniobras se realizan siguiendo los protocolos de seguridad y no se expondrá, por ningún motivo, la integridad de las personas. La situación que causó la inundación en la mina permanece”, indicó el Gobierno, en su último informe.
Durante la tarde, elementos federales retiraron la cocina móvil y las carpas en el lugar. Las autoridades explicaron que fue parte del reacondicionamiento para que las familias permanezcan en un sitio más amplio y con más servicios, que garantizan “una estancia digna y confortable”.
Hasta ayer se había logrado la extracción de más de 148 mil metros cúbicos de agua, con el apoyo de equipos que suman 365 caballos de fuerza.
Las autoridades reportaron que el nivel del agua en el pozo 1 era de 4.9 metros; pozo 2, 6.9 metros, y en el pozo 3, 9.1 metros, medidos desde la plancha de la mina hasta el espejo de agua.
Pasada la lluvia que cayó por la tarde en el municipio de Sabinas, un pequeño grupo de mujeres realizó una procesión para orar en nombre de los 10 mineros.
Eran vecinas, amigas y conocidas de las familias que se encuentran en espera de informes sobre las labores de rescate que elementos de los tres niveles de gobierno sostenían hasta anoche.
Las mujeres recorrieron el camino que rodea el complejo minero, hasta llegar al campamento provisional que fue instalado a unos metros del pozo por el cual descendían los trabajadores cada día.
En las manos sostenían veladoras, cuya flama protegían del viento, mientras realizaban diversos cantos religiosos y se unían en oración.