Luego de que permaneció cerrada una parte del Zócalo de la Ciudad de México, reservado, supuestamente, para ser ocupada al final, cientos de personas corrieron rumbo al escenario donde se presentarán Los Tigres del Norte.
Hasta el templete colocado para la prensa a un costado de la puerta Mariana de Palacio Nacional llegaron los gritos de la gente que se apresuró para ocupar un lugar lo más cercano posible a sus ídolos musicales.
Era la cuarta parte de la plancha del Zócalo la que se había reservado; nadie podía ingresar: las vallas colocadas y vigiladas por soldados vestidos de civil hacían imposible el paso, pero de pronto los gritos anunciaron que la valla había sido retirada.
Decenas de personas corrieron hasta formar un río que desembocaba en un costado del escenario.
Mientras, la lluvia comenzó a caer persistente y aparecen los paraguas, que se supone no podían ingresar, las capas de plástico azules y amarillas pintan la plancha de la principal plaza del país.
Sin embargo nadie se mueve. Unos resisten para ver el famoso Grito que conmemora el 212 aniversario del inicio de la Independencia de México, que saldrá a dar el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
También hay quienes están dispuestos a soportar la lluvia y la espera con tal de ver a Los Tigres del Norte, cuando faltan tan sólo unos minutos para el inicio del espectáculo.