El amparo concedido por un juez en contra de la participación de las Fuerzas Armadas (FA) en la Guardia Nacional (GN) no detiene el proceso de consolidación de ese cuerpo de seguridad, que deberá adscribirse a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aseguró ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien comparó este caso con lo sucedido
en el Tren Maya.
“Son como 53 amparos, ya esto está como el aeropuerto Felipe Ángeles, o como el Tren Maya, pero se están atendiendo y no se suspende la actividad. No es por incumplimiento a la ley, sino porque el alcance de lo que se dio a conocer no impide legalmente que siga actuando, operando, la Guardia Nacional”, aseguró durante su conferencia matutina.
Añadió que el equipo jurídico y legal de la Presidencia de la República se encuentra resolviendo las demandas de amparo de quienes se oponen a su decisión de integrar la Guardia Nacional a la Sedena, y descartó que pudiera afectar la transición.
“No, no, lo que hay que estar es contestando los amparos, porque es todo un plan. Ya ustedes deben de imaginar de dónde viene, no hace falta investigar mucho, es lo mismo. Pero ahí vamos avanzando, ahí vamos avanzando, ahí vamos avanzando poco a poco y seguimos adelante”, señaló el mandatario desde Palacio Nacional.
Sin embargo, reiteró que no hay ninguna irregularidad en el proceso, sólo que sus oponentes, entre quienes señaló de nueva cuenta a Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, buscan impedir el cambio que impulsa.
La Jueza del Noveno Distrito en el Estado de Guanajuato, Karla María Macías, otorgó una suspensión provisional a la organización Uniendo Caminos contra el decreto que ordena adscribir en la Sedena a la Guardia Nacional y que se mantenga participando en materia de seguridad pública. La juzgadora dio un plazo de 15 días a las autoridades para que presenten un informe previo sobre la situación que guarda este proceso.
El pasado 9 de septiembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto mediante el cual se pasa de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a la Sedena, pero la decisión judicial marcó que “no se transfiera el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría y dicho organismo continúe bajo el mando de la SSPC, como prescribe el artículo 21 de la Constitución”.
La decisión judicial permanecerá vigente al menos hasta el próximo 14 de octubre, fecha que el juez fijo para realizar la audiencia incidental en la que decidirá si mantendrá la suspensión de manera definitiva o no.
El amparo fue tramitado por diversas organizaciones en un colectivo denominado “Fuerza Ciudadana Uniendo Caminos México”, en el que demandaron a los jueces declarar inconstitucional el decreto.
Hipócritas piden al Ejército y lo niegan al país: Segob
Como “hipócritas” calificó el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández, a quienes ejercen acciones de gobierno y “con una mano, pidiendo a gritos que el Ejército, que las Fuerzas Armadas, que la Guardia Nacional los ayuden en tareas de seguridad, y por otra, negándoles a los mexicanos esta posibilidad”.
Al iniciar en Sinaloa las giras por el país para solicitar el respaldo de los congresos locales para que voten a favor de la reforma constitucional para que las Fuerzas Armadas extiendan sus labores de seguridad pública con la Guardia Nacional hasta el 2028, afirmó que “su pecho no era bodega”, y por eso hacía esos señalamientos en contra de quienes no están de acuerdo con esa reforma.
Posteriormente, el funcionario dijo que resulta absurdo pensar que algún mexicano, desde el ejercicio de poder, busque hacer un mal contra el país, pues nadie apuesta a un “Estado fallido”.
Señaló que la situación de inseguridad que se vive en el país no surgió de una generación espontánea es un mal el cual se incubó desde hace varias décadas.
López Hernández reconoció que no es fácil el ejercicio de poder, “pues no puede o debe, incluso, como dicen ,acordar y pactar en lo particular, ceder en lo particular, para poder construir en lo general”.
El secretario aclaró que se puede diagnosticar el mal de la inseguridad en México desde muchas aristas, pero nadie puede decir que se pretenda buscar el mal para el país, y mucho menos para Sinaloa.
Aseguró que por eso estaba ahí, para que “sigamos construyendo un mejor clima de estabilidad política y estabilidad social, pues es lo menos que merecen los mexicanos en las calles”.
Destacó si hoy se requiere la participación de las Fuerzas Armadas en las labores de seguridad pública, fue porque el mal del crimen se incubó por varias décadas y terminó con las policías municipales y los policías estatales.
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