Tras asesinato de dos jesuitas en Cerocahui

Rectores del Sistema Universitario Jesuita advierten Estado fallido por violencia

Rectores del Sistema Universitario Jesuita opinaron que en México se vive un "Estado fallido"; exigieron verdad, justicia y reparación por el asesinato de 2 sacerdotes y un guía de turistas en Cerocahui, Chihuahua

Rectores del Sistema Universitario Jesuita.
Rectores del Sistema Universitario Jesuita. Foto: Captura de pantalla/Especial

Rectores y directores del Sistema Universitario Jesuita manifestaron que se vive un Estado fallido, luego de que fueron asesinados el lunes pasado en Cerocahui, Chihuahua, los sacerdotes Javier Campos Morales, Joaquín Cesar Mora, así como el guía de turistas, Pedro Palma.

Durante la Reunión Anual, los académicos ofrecieron el panel denominado "Paz con Justicia y Reconciliación", donde Juan Luis Hernández Avendaño, rector de Ibero Torreón, explicó que “cuando el Estado no tiene control territorial y permite que grupos armados privados lo controle, a eso le llamamos Estado fallido. Tiene muchos años que desgraciadamente en México, el territorio, los barrios, las colonias, los pueblos están siendo controlados por algún cartel, grande o pequeño, y el Estado está ausente”.

En su intervención, el rector de Ibero Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, se sumó a la exigencia de verdad, justicia y reparación, por lo que exhortó a la sociedad a no normalizar la violencia.

TE RECOMENDAMOS:
En el operativo de fuerzas estatales y federales se detuvo a dos personas.

Lorena Giacoman, asistente de Educación de la Compañía de Jesús, se refirió a los sacerdotes Javier Campos Morales, y Joaquín Cesar Mora como dos personas que supieron hacer el bien.

Lo sucedido en Cerocahui refleja la violencia instalada en México, la fractura del tejido social y la desdicha de quienes haciendo el bien son víctimas de la delincuencia organizada
Lorena Giacoman, asistente de Educación de la Compañía de Jesús

Luis Alfonso González Valencia, rector de la Ibero León, manifestó que los hechos de violencia no pueden concluir con el amor grande y fuerte de Dios. “Ni las tribulaciones, ni la violencia, ni los asesinatos, ni la descomposición del tejido nos pueden apartar de ese gran amor de Dios que ha hecho que estos dos hombres dedicaran su vida a los más desprotegidos en la Sierra Tarahumara”.

Igualmente, el rector de la Ibero Ciudad de México, Luis Arriaga Valenzuela, opinó que es difícil ser optimista en "tiempos de desesperanza".

MAEP

Temas: