La organización civil Reinserta exigió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) romper con la burocracia que desprotege a la infancia, tras manifestar su preocupación por los últimos acontecimientos de violencia física y sexual dentro de instituciones educativas de México, pues afirmó que las escuelas ya no son un espacio seguro.
Ante el impacto que causó el reciente caso de bullying en el municipio de Teotihuacan, Estado de México, que derivó en la muerte de la adolescente Norma Lizbeth, Reinserta exhortó a las autoridades educativas y de los distintos ámbitos de gobierno a crear y promover programas de capacitación al personal docente, para identificar la sintomatología de trauma por exposición a la violencia.
“Solicitamos a la Secretaría de Educación Pública romper con el sistema burocrático para eficientar los procesos que protegen de manera inmediata a la infancia, y que los docentes puedan reaccionar a tiempo, con medidas puntuales que prevengan y erradiquen actos de violencia dentro y fuera de las aulas”, señaló, en un posicionamiento público.
Del mismo modo, pidió que la menor detenida tras la agresión pueda iniciar un proceso de reinserción social, dado que estas conductas no son aisladas del contexto social en el cual se desarrollan.
El pasado 21 de febrero, dos alumnas menores de edad de la secundaria 0518 anexa a la Normal de Teotihuacan “Los Jaguares”, sostuvieron una pelea a golpes que se hizo viral en redes sociales.
Días después, el 13 de marzo del 2023, Norma Lizbeth perdió el conocimiento, al encontrarse en su hogar, y momentos después perdió la vida. La Fiscalía del Estado de México indicó que los golpes que sufrió la víctima le ocasionaron un traumatismo craneoencefálico y, al evolucionar, éste le provocó la muerte.
Posteriormente, la fiscalía mexiquense informó que una menor fue detenida por su probable responsabilidad e ingresada al Centro de Internamiento Quinta del Bosque, tras ser vinculada a proceso.
Ante este contexto de violencia escolar, la organización Reinserta pidió a la SEP impulsar la prevención de este tipo de actos y brindar intervención a tiempo, para volver a construir la confianza dentro de la institución, sus equipos técnicos y docentes. Además, señaló que, en el estudio “Factores de riesgo y victimización en adolescentes que cometieron delitos de alto impacto en México”, se puede observar que el 30.5 por ciento dejó de estudiar por haber sido detenido o detenida, y que el 70.8 por ciento señaló haber recibido castigo por pelear con algún compañero. También, el 36.4 por ciento de las personas participantes en el estudio vivió una forma de violencia dentro de su familia.
En el contexto de la violencia de este tipo, la Secretaría de Gobernación (Segob) advirtió que los estigmas, prejuicios, estereotipos, prácticas discriminatorias y narrativas de odio, expresados a través de la discriminación racial, vulneran los derechos de las personas.
