Al entregar el premio de Derechos Humanos a la organización Familiares por Nuestros Desaparecidos de Jalisco (Fundej), el Rey Felipe VI de España alabó el coraje de las madres buscadoras de México que han sufrido “la lacra de las desapariciones forzadas”.
El monarca español aseguró que la desaparición de una sola persona afecta a generaciones, erosiona la confianza en las instituciones y desafía la conciencia colectiva. Por ello, resaltó que la Fundej emerge como un faro de esperanza y representa el impacto transformador de la acción colectiva.
“En este acto no sólo reconocemos los logros de Fundej, sino que también ratificamos nuestra admiración y agradecimiento a todos los colectivos que realizan estas labores de búsqueda en México, así como también en otros países que sufren o han sufrido la lacra de las desapariciones forzadas”, sostuvo.
En su mensaje pronunciado en la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid, Felipe VI subrayó que la desaparición de un ser querido genera dolor, incertidumbre, desasosiego, temor y otros sentimientos difíciles de asimilar. “El vacío que deja se convierte en un eco persistente de preguntas sin respuesta”, agregó.
Hizo eco del dolor que generan las desapariciones en México: “Es un recordatorio del trabajo que todavía queda por hacer y del papel fundamental de toda la sociedad en la construcción de un futuro donde el respeto a los derechos humanos forme parte de la cotidianidad; donde deje de ser un objetivo, incluso utópico, para ser una realidad vivida con certeza y eficacia”.
María Guadalupe Aguilar, una de las fundadoras de Fundej y madre de un hijo desaparecido, denunció la situación crítica en México al describir al país y a Jalisco como fosas comunes.
“¡Jalisco es una fosa, México es una fosa!”, expresó ante el monarca Felipe VI, tras solicitar que ella y sus compañeras no sean dejadas solas en esta búsqueda de sus familiares, para quienes piden justicia.
