Luego de impactar como huracán categoría 2, en el municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, Guerrero, Rick se degradó a depresión tropical durante la tarde del lunes y dejó daños materiales en esta entidad y en Michoacán.
Protección Civil de Guerrero, en coordinación con los tres niveles de gobierno, indicó que hubo dos cortes carreteros: uno en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, por el desbordamiento del río Petatlán, y el otro en la carretera La Unión-Coahuayutla de José María Izazaga, debido al desbordamiento de un río en la localidad de Las Juntas.
Como consecuencia de las precipitaciones, también se registró el desbordamiento de los ríos Coacoyul, San Jeronimito, Papanoa y Santa Rosa, todos en la región de la Costa Grande.
Hasta el cierre de esta edición, 37 viviendas resultaron inundadas en el estado, 15 más registraron desprendimiento de techos y 42 familias fueron desalojadas, como medida preventiva.
Se contabilizó la caída de 75 árboles y cinco postes de electricidad, así como seis derrumbes carreteros, el colapso de ocho bardas y dos vehículos con daños.
Además, fueron retirados 155 árboles que cayeron en Zihuatanejo, Tecpan de Galeana y Acapulco. También fueron atendidos seis derrumbes carreteros, el colapso de ocho bardas y la caída de 20 postes de luz.
Para auxiliar a la población, las autoridades estatales habilitaron tres refugios temporales: uno en Zihuatanejo, otro en Petatlán y uno más en La Unión de Isidoro Montes de Oca.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, realizó un recorrido por las zonas que resultaron afectadas, junto a Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, y el alcalde de Zihuatanejo, Jorge Sánchez Allec. Aseguró que, hasta la tarde de ayer, no se tenían reportes de algún deceso.
En Michoacán, un puente peatonal de Infiernillo, en el municipio de Arteaga, fue arrastrado por la corriente. En el municipio de Turicato se desbordó el río Puruarán, señaló el presidente municipal, Vicente Gómez Núñez.
Además, se reportó caída de árboles, oleaje elevado —que alcanzó hasta siete metros de altura— y el aumento de los niveles de ríos; se activaron los protocolos de prevención, ya que 13 de las 22 presas llegaron al 100 por ciento de su capacidad, pero no se informó sobre el desbordamiento de alguna.
La dirección local de la Comisión Nacional del Agua anunció que realizarían extracciones controladas de la presa La Villita, por lo que pidieron al Gobierno de Michoacán tomar las medidas necesarias para minimizar los daños en zonas urbanas y áreas de cultivos aledañas al río Lerma, principalmente en la zona de Maravatío.
Algunos municipios alertados por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla fueron Penjamillo, Numarán y La Piedad.
La tormenta dejó sin energía eléctrica a 183 mil 833 usuarios en Michoacán y Guerrero; la Comisión Federal de Electricidad señaló que restableció el servicio al 88 por ciento.