María del Rosario Ibarra de la Garza más conocida como Rosario Ibarra de Piedra fue una política y activista mexicana cuatro veces candidata al Premio Nobel de la Paz y dos veces candidata a la presidencia de México por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, fue pionera en la defensa por los derechos humanos, la paz y democracia en México.
Nació en Saltillo, Coahuila, en 1927. Su padre fue un ingeniero agrónomo y militar en la Revolución Mexicana. Su esposo fue integrante del también extinto Partido Comunista Mexicano.
Su labor como activista y política inició cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra, acusado de ser presunto integrante del grupo guerrillero "Liga 23 de Septiembre", quien en 1974, con solo 19 años, fue detenido de manera ilegal en Monterrey por agentes policiales que posteriormente lo entregaron a instancias castrenses.
Eureka
En 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, que sería conocido como el Comité ¡Eureka!, para exigir justicia y demandar el alto a la impunidad, organización de madres de desaparecidos durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
Desde su creación el Comité ha logrado encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida. El primer objetivo del Comité era la exigencia de que el Estado presentara con vida a los desaparecidos políticos, pero eventualmente su lucha también buscó la indagación y dar con los responsables de esos crímenes. Una de las frases que se le atribuye a dicho comité es "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!".
Candidaturas a la presidencia
En 1982 fue la primera vez que consiguió la candidatura para competir por la presidencia de México por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Tras la contienda, fungió como diputada de dicho partido. En 1988 volvió a conseguir el registro como candidata presidencial y tras la victoria de Carlos Salinas de Gortari, Ibarra de Piedra se unió a la protesta contra el fraude electoral.
Rosario Ibarra luchó por las comunidades indígenas y en contra de la violencia hacia la mujer, además de la búsqueda de su hijo Jesús y de otros desaparecidos a través de varias organizaciones.
En 2012 y con el impulso del Comité Eureka y el Colectivo Hijos México, abrió el Museo Casa de la Memoria Indómita para reivindicar a personas víctimas de desaparición forzada, y desaparecidos por motivos políticos.
En el año 2019 recibió la medalla al mérito cívico Eduardo Neri, legisladores de 1913.
El 23 de octubre de 2019, a 44 años de la desaparición de su hijo, el Pleno del Senado de la República aprobó otorgarle la Medalla de Honor Belisario Domínguez, como un justo reconocimiento por su ardua labor como activista y defensora de los derechos humanos por más de cuatro décadas en favor de presos, desaparecidos y exiliados políticos.
drg