Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de recordar que el bienestar físico, mental y social son indispensables para tener una vida plena y saludable.
En este día, también se debe tener presente que una persona saludable no es únicamente aquella que se encuentra sin enfermedades físicas, ya que por mucho tiempo se ha dejado a la mente en segundo plano y se debe tener certeza que la salud mental es primordial para poder desempeñar las actividades diarias de manera óptima.
El lema empleado este 2021 para el Día Mundial de la Salud Mental es: Atención de salud mental para todos, hagámosla realidad.
¿Qué es la salud mental?
La Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la salud “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, por lo cual considera a la salud mental como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.
La OMS define a la salud mental como un estado de bienestar en el que la persona es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad; es fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.
Agrega que es necesario preservarla para manifestar sentimientos, interactuar con los demás, estudiar, tener empleo y una vida óptima.
¿Qué afecta a la salud mental?
De acuerdo con la OMS, en 2021, la salud mental se ha visto comprometida por la pandemia de COVID-19 que ha tenido un impacto negativo en muchas personas, como los trabajadores de la salud, trabajadores de primera línea, estudiantes, personas que viven solas y las que tienen afecciones mentales preexistentes.
A su vez, los servicios de atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias se interrumpieron en muchas partes del mundo.
Pero no todo es malo, ya que, durante la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2021, gobiernos de diferentes naciones reconocieron que es necesario ampliar los servicios de salud mental de calidad a todos los niveles.
Algunos factores sociales, psicológicos y biológicos que afectan la salud mental son:
- Presiones socioeconómicas.
- Pobreza.
- Bajo nivel educativo.
- Cambios sociales repentinos.
- Condiciones de trabajo estresantes.
- Discriminación de género.
- Exclusión social.
- Modos de vida poco saludables como el sedentarismo.
- Violencia.
- Violaciones a los derechos humanos.
- Factores de personalidad y psicológicos específicos.
- Factores biológicos: genética y desequilibrios bioquímicos cerebrales.
¿Qué trastornos mentales hay?
De acuerdo con la OMS, los trastornos mentales tienen distintas manifestaciones y se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones en el entorno.
Para tratarlos hay estrategias y medidas basadas en terapias, medicamentos y apoyo social.
Los más comunes son:
Depresión: Es una de las principales causas de discapacidad en el mundo. Afecta a más de 264 millones de personas en todo el mundo y se presenta más en mujeres que en hombres.
Sus síntomas más comunes son: sentir tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, presentar sentimientos de culpa, baja autoestima, tener trastornos en el sueño y el apetito, así como cansancio y falta de concentración. Puede ser de larga duración o recurrente. Afecta las actividades escolares y laborales, además, puede conducir al suicidio.
Los programas preventivos reducen su incidencia en niños, es decir, con apoyo psicológico en casos de maltrato físico o abuso sexual, y en adultos, mediante la asistencia psicosocial tras haber sufrido un episodio traumático.
La terapia a través del diálogo es otra forma eficaz de trabajar la depresión. Los medicamentos se aplican para quienes tienen depresión moderada o grave, pero nunca en niños o en caso leves.
Trastorno afectivo bipolar: Afecta a casi 45 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la presencia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de ánimo normal.
En los episodios de manía hay exaltación, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y poca necesidad de dormir.
Se trata con medicamentos que estabilizan el estado de ánimo y con apoyo psicosocial.
Esquizofrenia: Afecta alrededor de 21 millones de personas en todo el mundo y es considerado como un trastorno mental grave. Se caracteriza por anomalías en el pensamiento, percepción, emociones, lenguaje, así como en la percepción del yo y la conducta. En ocasiones se presentan alucinaciones y delirios.
En la mayoría de los casos surge después de la adolescencia y es tratada con fármacos, también con apoyo psicosocial que ha demostrado eficacia en este padecimiento.
Demencia: Afecta a casi 50 millones de personas en todo el mundo. Es un trastorno crónico y progresivo y en él la función cognitiva (procesar pensamientos) se deteriora de forma acelerada.
Padecer demencia afecta en la memoria, comprensión, cálculo, aprendizaje, lenguaje y juicio.
Se genera por lesiones cerebrales y enfermedades como el Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
En la actualidad la demencia no tiene cura, pero distintos laboratorios están desarrollando medicamentos que buscan frenar su proceso degenerativo.
¿Cómo cuidar la salud mental?
En la última década se ha mejorado el conocimiento sobre lo que se debe de hacer para preservar la salud mental, apoyado de estudios científicos que demuestran que es posible lograrlo sin invertir mucho dinero en ello.
La depresión, por ejemplo, puede ser tratada a través de psicoterapia que en muchos casos se brinda en instituciones académicas, hospitales y fundaciones de manera gratuita; en casos moderados y graves, se utilizan antidepresivos genéricos que el seguro médico puede proporcionar.
La OMS recomienda seguir los siguientes consejos para mantener saludable la mente:
Informarse: Escuchar a las autoridades y seguir sus recomendaciones, así como consultar fuentes informativas fiables y mantenerse al tanto de las noticias de la OMS en redes sociales.
Seguir una rutina: Tener actividades diarias y en la medida de lo posible crear nuevas rutinas.
Se recomienda:
- Levantarse y dormirse a horas similares.
- No descuidar la higiene personal.
- Comer saludablemente en horarios fijos.
- Hacer ejercicio de forma habitual.
- Establecer horarios para trabajar y descansar.
- Reservar tiempo para actividades de esparcimiento.
Reducir la exposición a noticias: Para evitar la preocupación y tensión sobre situaciones cotidianas. Se recomienda informarse un par de veces al día.
Mantener contacto social: Es importante estar comunicado con las personas con las que se tiene un vínculo afectivo para evitar sentir soledad.
Evitar drogas y alcohol: Son sustancias nocivas que afectan el funcionamiento del cerebro.
No abusar de los videojuegos: No se recomienda estar demasiado tiempo frente a las pantallas; es mejor equilibrar las tareas de diversión y más si se está en el hogar.
No discriminar: Se debe ser empático con las personas, ya que cada uno tiene diferentes capacidades y aptitudes, no todos somos iguales.
Salud mental en México
En México el presupuesto para atender la salud mental consta únicamente del 2% del dinero otorgado a la Secretaría de salud. De este porcentaje, los programas Prevención y atención contra las adicciones, y Atención a la salud, representan el 89.7% del presupuesto para 2021.
A su vez, 50% del presupuesto para salud mental se asigna a hospitales psiquiátricos, donde comúnmente se tratan las afecciones mentales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, nuestro país cuenta con 49 centros psiquiátricos del sector salud y 12 de estos se encuentran en la Ciudad de México.
KEFS
