El exconsejero jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, rechazó estar involucrado en una supuesta extorsión al abogado Juan Collado, preso desde el 2019, sujeto a proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Luego de que Collado presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de Scherer Ibarra por la supuesta comisión del delito de extorsión, el exfuncionario de la Presidencia se refirió al tema a través de su cuenta de Twitter.
Reconoció que se reunió con los hijos de Collado, pero dijo que fue a petición de ellos y que turnó el asunto a la FGR “por ser de su competencia”.
Scherer Ibarra aseveró que desconoce las conversaciones con los abogados de Collado y afirmó que se trata de inferencias de mala fe.
“No conozco personalmente al señor Collado, ni estoy enterado de las conversaciones de éste con sus abogados. Todo lo demás, son inferencias de mala fe”, aseveró.
En el mismo sentido se expresó el extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, quien aseguró, en su cuenta oficial de Twitter, que durante su gestión al frente de la UIF no se cerraron expedientes contra ninguna persona.
Afirmó que, institucionalmente, él presentó dos denuncias en contra de Collado, una el 4 de julio del 2019 y la segunda el 3 de septiembre del 2020.
De acuerdo con un reporte periodístico que se hizo público este fin de semana, Julio Scherer Ibarra le pidió a Juan Collado entregar acciones de su empresa Libertad Servicios Financieros SA de CV, además de que el abogado les entregó grandes sumas de dinero –entre 10 y 20 millones de pesos– que supuestamente le exigieron a cambio de que la UIF cerrara una investigación en su contra.
Según la denuncia de Collado, dio un pago extra por 1.3 millones de dólares con la promesa de que, a través de las influencias del consejero jurídico de la Presidencia, lograría salir del Reclusorio Norte, y 97 millones de dólares más para que Scherer promoviera su excarcelación.
Según la denuncia de Collado, fue objeto de presiones y extorsiones por parte de Julio Scherer Ibarra y de su equipo de abogados.