En la segunda ola de Covid-19 en México, resultado de las reuniones de Navidad y Año Nuevo, hubo hasta dos mil 699 muertes en un solo día a causa de la enfermedad. De acuerdo con la actualización del reporte de exceso de mortalidad, en enero 62 mil 071 personas murieron. De estas defunciones, 49.4 por ciento no entraron al reporte oficial de la Secretaría de Salud; es decir, 30 mil 668.
Las personas que perdieron la vida en enero de 2021 casi equivalen a los decesos del 3 de mayo al 11 de julio, los dos meses y medio de la primera ola de Covid.
Uno de ellos fue el tío de Ana, quien murió el 22 de enero de este año y debido a la saturación hospitalaria tardó cuatro días en recibir tratamiento. Alberto, nombre cambiado para proteger su identidad, residía en Hidalgo y, junto con su familia, buscó sin éxito una cama de hospital en Pachuca y sus alrededores.
“El 12 de enero mi tío ya había sido diagnosticado por un médico particular y este le había dado la orden con urgencia para la hospitalización”, contó Ana a La Razón.
Sus familiares decidieron trasladar al hombre de 59 años a la Ciudad de México, primero al Hospital Rubén Leñero, donde fue rechazado, y luego al hospital de Ticomán, al que llegó con una saturación de oxígeno al 40 por ciento (debajo de 90 ya es riesgoso). Una semana después murió.
El repunte de las defunciones comenzó 14 días después de Navidad. Entre el 3 y el 9 de enero, 12 mil 662 personas perdieron la vida por la enfermedad. Las siguientes tres semanas del mes la situación empeoró; primero 15 mil 632 decesos, la siguiente semana 18 mil 894 y 14 mil 884 fallecimientos la última del mes.
Ana contó que su tío no pudo tratarse en casa porque había desabasto de tanques de oxígeno. Además le habían realizado dos pruebas Covid que resultaron negativas, aunque una tercera en el hospital sí resultó positiva.
“Yo creo que si mi tío hubiera recibido el oxígeno y la atención que requería desde el día uno, aún seguiría aquí. Todo fue muy lento, y eso de que recibieran sólo pacientes con cierta oxigenación, lo estaban condenando desde antes”, lamentó Ana.
La actualización del exceso de mortalidad reveló que hasta el 13 de febrero hubo 417 mil 002 muertes adicionales en comparación con los últimos cinco años. De éstas, 70.6 son atribuibles al Covid-19, lo que equivale a 294 mil 287. Y del 14 de febrero al 27 de marzo ocurrieron otras 27 mil 222 defunciones que sí entraron al el registro oficial. Es decir que hay al menos 321 mil 509 víctimas de Covid-19 en el país.
Los funcionarios de Salud hicieron llamados a la población para permanecer en casa y, en caso de reunirse, hacerlo con la familia cercana. El mismo exhorto se repite previo a la Semana Santa ante el riesgo de una tercera ola.
El informe de exceso de mortalidad se elabora con base en la causa de muerte registrada en el acta de defunción de persona. En el reporte se incluyen las actas que tienen “Covid-19”, “coronavirus”, “SARS-CoV-2”, entre otras variables.
Si bien el documento es una aproximación a la dimensión de la tragedia aclara que “corresponde al Inegi proporcionar la información exacta sobre el exceso de defunciones una vez que haya consolidado y validado la información de los certificados de defunción”.
IGLESIA PIDE CONSCIENCIA. La Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a la población a ser responsables en Semana Santa y no desentenderse de la realidad provocando aglomeraciones y fiestas que lleven a una tercera ola de contagios.
“Este tiempo de Semana Santa no es para desentenderse de la realidad que vivimos y emprender acciones que pongan en riesgo a otras personas. No es tiempo de aglomeraciones, ni de fiestas, ni de ser parte de ese riesgo de una tercera ola”, aseguró la Iglesia en el editorial semanario Desde la Fe.
Los religiosos remarcaron que “son historias, vidas humanas, historias de dolor, a las que no podemos darles la espalda”, por lo que la salida no está en “los planes individuales ni en las acciones egoístas” e hicieron énfasis en el mensaje que hace meses dio el Papa Francisco desde Roma.