El Senado de la República aprobó en lo general por 65 votos a favor, 51 en contra y una abstención el dictamen que reforma 18 leyes y deroga otras dos, con lo que se extinguen 109 fideicomisos.
Luego de casi cinco horas de discusiones, los senadores cumplieron con la primera parte del trámite legislativo ahora deberán discutir las reservas o cambios que proponen los legisladores a cada uno de los artículos de estas reformas legales.
Por ser reformas a leyes secundarias se requería solo la mayoría simple, es decir la mitad más uno de los senadores presentes en el pleno.
Durante la votación en lo general la fracción parlamentaria de Morena se fraccionó y votaron en contra del dictamen, con lo que la oposición se quedó a sufragios para impedir la desaparición de los fideicomisos.
Cada legislador tendrá tres minutos para ocupar la tribuna y presentar sus argumentos para convencer a sus compañeros sobre la necesidad de cambiar las leyes.
El partido del Trabajo anunció que luchará para que 37 fideicomisos no desaparezcan, mientras que la oposición en su conjunto, en el Bloque de Contención, buscan tirar todos los fideicomisos.
Además, anunciaron que si fracasan en su intento, ya preparan instrumentos judiciales para combatir la decisión adoptada por la mayoría de Morena, el Partido Verde y Encuentro Social.
El inicio de la sesión fue atropellado
La lista de asistencia provocó que estuvieran a punto de liarse a golpes entre los escaños contra el panista Julen Rementería, porque la oposición intentó evitar que tuvieran el quorum legal para sesionar. Casi lo logran, pero ingresaron al salón cinco legisladores que permitieron alcanzar el número requerido para seguir los trabajos.
Al presentar el dictamen, el morenista Alejandro Armenta, presidente de la Comisión de Hacienda, argumentó que los fideicomisos son instrumentos donde se cometieron abusos “como el Proyecto Playa Espíritu en Sinaloa, donde Fonatur invirtió mil 400 millones de pesos y hasta la fecha no se ha podido vender un solo lote. O en materia de Ciencia se creó un gran proyecto del inodoro inteligente, que costó cerca de dos millones de pesos, que resultó que ya existía en el mercado, incluso con mejores características”, dijo.
El perredista Juan Manuel Fócil dijo que se habla de corrupción y es el gobierno federal el que los administra: “¿Quienes manejan esos fideicomisos? son ustedes mismos, son tan corruptos como sus predecesores que ni su presidente les tiene confianza o necesitan disponer de esos recursos a costa de miles de beneficiarios, para sostener el gasto del gobierno para fortalecer la estructura clientelar”.
Insistió en que “la responsabilidad no está en el instrumento llamado fideicomiso sino entre quien los opera y los vigila”.
El morenista Rubén Rocha Moya, aclaró que la extinción de los fideicomisos no significa que se cancelen los apoyos pues “en el presupuesto de egresos para el fondo de víctimas se establecen 430.1 millones de pesos que lo van a seguir administrando a través de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y en el caso de las personas que defienden los derechos humanos y a los periodistas, les informo que en el presupuesto que ha enviado el presidente a la cámara de diputados hay 234.6 millones de pesos”.
Emilio Álvarez, senador sin partido, advirtió que éstas “son las votaciones que nos perseguirán toda la vida, van a tener que dar la cara y explicar por qué dieron la espalda”.
Germán Martínez, senador de Morena, criticó que la desaparición de fideicomisos fuera selectiva porque “los federales no desaparecen todos, quedan, por ejemplo, el fideicomiso aduanero que tiene 50 mil millones, quedan los fideicomisos militares, quedan los fideicomisos para las merecidas pensiones y jubilaciones de los jueces en el poder judicial, queda un fideicomiso en el senado de la república que se está usando bien para mejoras del Senado”.
Propuso que en cambio se realice una regulación a fondo y de todos estos instrumentos, “porque no quiero que nos demos un balazo en el pie”, enfatizó.
Este debate, advirtió la coordinadora del PT, Geovanna Bañuelos, “debe ser incluyente para sumar esfuerzos, disentir no significa abandonar o claudicar a nuestro proyecto alternativo de nación, decirle que no en ocasiones al presidente también es una forma de ayudar al pueblo de México”.
Dante Delgado, coordinador de Movimiento Ciudadano, denunció que el ejecutivo no cumplió con su obligación de revisar y limpiar los fideicomisos antes de desaparecerlos. “El ejecutivo quiere confiscar esos recursos quiere apropiarse de ellos para ejercerlos con discrecionalidad como sucedido con el ilegal fideicomiso creado por Morena en 2017 y operado en 2018”.
Señaló que “una vez más prefiere utilizar el machete en vez del bisturí; prefiere destruir lo que existe en lugar de corregirlo”.