El Síndrome de Barrett con el que fue diagnosticado el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, es un padecimiento derivado de problemas del esófago que, en el peor de los escenarios, es causante de cáncer, explicaron médicos generales.
“Es un cambio en las células del esófago en el cual pierden sus características y adquieren características de tejido intestinal”, explicó a La Razón Alejandro Jácome Ramírez, médico general. El contenido del estómago, como ácidos, regresan de manera continua al esófago y lo irrita, añadió.
Jácome Rodríguez advirtió que este síndrome, en el escenario más grave, puede derivar en cáncer de esófago, independientemente del tratamiento que se le dé al paciente.
“El Síndrome de Barrett no tendría que ser una condicionante para estar hospitalizado, es más bien una condición crónica y las complicaciones son, más bien, a largo plazo”, indicó.
“Si el problema es el reflujo hay que corregirlo, hay que hacer un cambio de estilo de vida y tomar medicamento para el reflujo”, indicó por su parte Martha Arzate Mendoza, médica del Instituto Politécnico Nacional.
Durante su audiencia inicial por el caso Agronitrogenados, la defensa del exdirector de Pemex presentó los reportes médicos en los que fue diagnosticado con anemia grado tres, astenia y Síndrome de Barrett en la Fundación Alarcón, durante su estancia en España.
En tanto, Jácome Rodríguez apuntó que este síndrome puede desarrollarse en una persona que durante muchos años padeció de reflujo, es decir, es una enfermedad crónica que no se presenta de manera súbita.
“Es el desarrollo natural de la enfermedad: que tengan el reflujo, muchas veces puede llevar a úlceras y esto provocar microsangrados, que con el tiempo llevan a la anemia”, precisó el médico.
En cuanto a la anemia grado tres, señaló que es nivel grave, que si bien requiere hospitalización no amerita una transfusión de sangre. Por ese motivo le suministraron hierro oral para su recuperación.
¿Cuánto tiempo puede permanecer hospitalizado por este síndrome?
Por su parte, la médico Martha Arzate Mendoza indicó que el tiempo de hospitalización del exfuncionario dependerá del tamaño del daño que tenga en el esófago, así como su capacidad de pasar el alimento.
“Depende de las condiciones del paciente requerirá más tiempo de estancia hospitalaria (...) si ya le realizaron la endoscopia y ven la superficie dañada, quizá puedan dejarlo para que estabilice y quizá operarlo, si es que lo ameritó”, explicó. Aunque dijo las lesiones muy grandes suelen no ser operables.
En tanto, Jácome Pérez estimó que en un par de semanas Lozoya podría salir del hospital, aunque aclaró que para dar un diagnóstico certero es necesario conocer sus niveles de hemoglobina. Y añadió que dependiendo del grado de afectación deberá realizarse revisiones cada seis meses o anualmente.
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