Las solicitudes de refugio de migrantes de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica aumentaron 24 por ciento en los primeros cuatro meses del 2023, en comparación con el periodo similar del año pasado, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
De enero a abril de este año se registraron 48 mil 970 peticiones, contra 39 mil 500 del mismo lapso del año pasado y 31 mil 483 del 2021.
La tendencia alcista la encabezan los ciudadanos de Haití, con 18 mil 860 solicitudes, seguidas de Honduras, con 10 mil 993; Cuba, tres mil 374; Venezuela, dos mil 892, y El Salvador, con dos mil 523 trámites.
“Al concluir abril de este año, la Comar ha registrado 48 mil 970 solicitantes de la condición de refugiado. Esta cifra representa 23.97 por ciento más que la marca histórica tras los cuatro primeros meses del año pasado”, destacó en redes el titular de la dependencia, Andrés Ramírez.
Hasta el momento han sido revisadas nueve mil 152 solicitudes de refugio, el 18.6 por ciento; sin embargo, de esa cantidad, han resultado positivas solamente seis mil 220.
Este retraso en los trámites se ve reflejado en las redes sociales, donde los migrantes que se encuentran varados en la Ciudad de México señalan que llevan tres meses esperando su resolución de refugio, pero hasta el momento no han tenido respuesta, lo que ha sido difícil, señalan, ya que en muchos casos ya no cuentan con recursos para seguir esperando.
No obstante, decenas de migrantes siguen llegando a la Comar en espera de ingresar sus trámites, a pesar de que circulan recomendaciones de varios extranjeros para no hacerlo en la capital del país, sino seguir avanzando al norte, por el tiempo tardan en resolver.
El pasado 26 de abril, la Comar suscribió un convenio de trabajo con el Comité Internacional de Rescate, que busca ampliar y fortalecer las capacidades institucionales en beneficio de la población en necesidad de protección.
Al respecto, Graciela Zamudio, vocera de Alma Migrante, dijo que si bien México es una alternativa, también es un riesgo para las personas que desean quedarse, debido a los peligros que corren al no tener oportunidad de empleo u otros servicios, para su desarrollo.
En entrevista con La Razón, expuso que el panorama para los siguientes meses es de constante llegada para la gente que viene huyendo de sus países, ya que los factores de expulsión en Centro y Sudamérica siguen sin cambiar, lo que hace a México un cuello de botella.
“Buscan quedarse en México para estar mientras les resuelven en Estados Unidos, pero más allá de querer estar en México, también ven muchos riesgos al permanecer aquí. Además, tienen la opción de estar el tiempo que sea necesario, pero con la inmensa llegada se está haciendo un cuello de botella en el país”, dijo.
Apuntó que nuestro país está sosteniendo la responsabilidad internacional, pues en sus naciones de origen no hay condiciones de gobernanza, mientras que Estados Unidos evade su responsabilidad y le “echa la responsabilidad a México”.
La experta sostuvo que si bien algunos migrantes han logrado regularizarse y asentarse en México, son casos excepcionales, ya que no es territorio amigable para las personas en contexto de movilidad y por ello buscan de cualquier manera llegar al vecino del norte, incluso con el propio riesgo de morir en el intento.
