En promedio, las personas que han fallecido por COVID-19 han tardado 5.1 días en acudir a atención médica, cuando el tiempo óptimo es entre dos a cuatro días, informó Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos Control de Enfermedades (Cenaprece).
En conferencia de prensa vespertina, destacó la importancia de que las personas acudan al hospital en los primeros días de inicio de síntomas de la enfermedad para evitar complicaciones. Una atención temprana puede reducir el riesgo de morir, enfatizó.
López Ridaura detalló que las personas que acudieron entre dos o tres días después del inicio de síntomas tienen 50 por ciento de probabilidad de tener un desenlace fatal. Mientras que alguien que acudió entre cuatro y cinco días después tiene un riesgo 150 por ciento mayor.
De acuerdo con datos de la última semana de noviembre y la primera de diciembre, entre 50 y 51 por ciento de los pacientes ambulatorios tardaron menos de cuatro días en acudir a atención médica; sin embargo, esta cifra es de entre 33 y 36 por ciento cuando se trató de personas que requirieron hospitalización.
“Tal vez la ‘persona que tiene diabetes, obesidad, riesgo cardiovascular tiene más miedo cuando tiene síntomas, acude más temprano; y no, justo estamos viendo al revés, 5.1 días", explicó.
El director de Cenaprece advirtió que la mayor parte de los hospitalizados por COVID-19, entre 43 y 48 por ciento, tardaron más de cuatro días en acudir a una unidad de salud.
En tanto, señaló que en comparación con las primeras semanas de la epidemia en México, el tiempo promedio en que una persona con cuadro grave de la enfermedad acudió a atención médica pasó de 3.4 a 4.7 días.