Al igual que las personas, es común que las mascotas padezcan de insolación, deshidratación o golpes de calor durante esta temporada de altas temperaturas, por ello en La Razón te traemos una serie de consejos para que los protejas.
Según explica la Secretaría de Salud del Gobierno de México, el golpe de calor se da por la exposición prolongada a altas temperaturas y se caracteriza por el incremento súbito de la temperatura corporal, la cual aumenta a más de 39 grados centígrados.
Golpe de calor en las mascotas:
Sin embargo, durante la temporada de calor, los perritos se ven más expuestos ya que no tienen la misma capacidad del humano para regular su temperatura corporal. Además, son más propensos aquellos lomitos que:
- Son de edad más avanzada.
- Tienen sobrepeso.
- Aquellos que sufren problemas respiratorios o de corazón.
- Perritos que tienen la nariz chata.
- Perritos que no tienen acceso a agua fresca o los mantienen en lugares sin sombra.
Síntomas del golpe de calor:
En ellos, el golpe de calor sucede cuando sus capacidades se ven rebasadas y generan mayor calidez de la que expulsan. Si observas los siguientes síntomas debes mantenerte alerta:
- Exceso de jadeo y dificultad para respirar.
- Falta de fuerza para seguir caminando.
- Piel azulada, debido a la falta de oxigeno.
- Lengua pegajosa y opaca.
- Calambres o temblores.
- Mareo, vómito o diarrea.
- Convulsiones.
- En los casos más graves desmayos o perdida del conocimiento.
¿Cómo prevenir un golpe de calor en las mascotas?
Para evitar que a tu lomito le de un golpe de calor o cualquier otro efecto negativo de las altas temperaturas, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) recomienda lo siguiente:
- Si sacas a pasear a tu perrito, el asfalto caliente puede dañar sus almohadillas, por lo que lo ideal es que lo hagas antes de las 9 de la mañana o en las noches.
- Durante los paseos, haz paradas en la sombra y dales agua.
- No dejes a tu mascota bajo el sol, ni viajes con ellos en vehículos sin ventilación.
- No lo rapes.
- Refréscalo con una esponja húmeda. Las almohadillas son el sistema de autorregulación de los perros, por lo que sería bueno humedecerle la zona junto con el hocico, la cabeza, cuello y axilas.
- Mantenlo hidratado. Hay que asegurarse que siempre cuenten con agua limpia y fresca.
DAN