Mediante un curso intensivo de apenas cinco días y con materiales que maestros ven “incompletos”, docentes del país denunciaron haber sido capacitados en forma apresurada y tropezada la semana pasada para “apropiarse” del nuevo modelo educativo de nivel básico impulsado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), como parte de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).
Éste se implementará en el ciclo escolar que comenzará en seis meses, durante el cual, además de los grados escolares, las asignaturas serán “agrupadas”, eliminando así la estructura actual en la que cada una se aborda con contenidos específicos.
En opinión de maestros que cursaron el taller, las condiciones de éste no fueron óptimas, no sólo por el poco tiempo para conocer los cambios, sino porque los materiales presentan errores hasta gramaticales y, al no contar con una versión final y concreta de los insumos, la familiarización con el nuevo plan de estudios —“que es más de lo mismo”, dijeron— se complica y da muestra de la prisa con la que las autoridades educativas buscan sacar adelante el cambio en el modelo de educación básica.
Necesitamos un plano. Quien construye una casa, primero hace los planos y aquí se arrancan mientras unos construyen la casa y otros hacen los planos. Es más de lo mismo… no hay ni un solo contenido nuevoIrma Villalpando<br>Doctora en Pedagogía
Al filo del término del 2022, en medio del receso decembrino, la SEP circuló el paquete de insumos para el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes, a realizarse del 2 al 6 de enero.
Estos recursos constan de ocho documentos en los que se esbozan los programas de estudio de cada una de las seis fases, aunque desde el nombre que llevan —“Avance del contenido del Programa Sintético…— se deja ver que siguen en construcción.
También se acompañan de seis videos; en uno de ellos, la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, reconoce que “(en) el tiempo asignado para el Taller Intensivo no podríamos realizar por completo el o los programas analíticos; les sugiero que elijan algunos contenidos prioritarios de algún campo formativo que sería necesario atender en el grado o grados en que actualmente trabajan”.
En los documentos se aprecia que las asignaturas desaparecerán en su estructura habitual y serán “mezcladas” según la fase de aprendizaje, pues la NEM apostará por cuatro campos formativos:
El primero es el de Lenguajes, en el que se enseñarán español y otras formas de comunicarse, como la Lengua de Señas Mexicana (LSM), lenguas indígenas, inglés, lenguajes artísticos, etc.
El segundo, Saberes y Pensamiento Científico, que vinculará las ciencias naturales con las matemáticas. Conforme se avance de fase, incorporará ciencias naturales, como biología, física y química.
Prácticamente nos reunimos en el taller para leer una y otra vez que quieren una escuela decolonial, humanista, pero resulta que sólo es un revoltijo de lo que se ha enseñado durante décadas“Alfredo”<br>Docente de primaria en el Valle de México
En cuanto al campo formativo Ética, Naturaleza y Sociedades, se verán geografía, historia y formación cívica y ética.
Por último, está el campo De lo Humano y lo Comunitario, en el que, entre otros temas, conviven tecnología, tutoría y educación socioemocional, y educación física.
Las y los supervisores y directores sólo contaron con el primer día para trabajar y conocer en conjunto los materiales y preparar el taller que las y los docentes cursaron del 3 al 6 de enero.
No obstante, docentes consultados por este medio aseguraron que el taller fue “una pérdida de tiempo”, dado que abordaron documentos confusos y que no muestran un avance concreto sobre lo que deberán hacer pues, además, la prueba piloto nunca se llevó a cabo al haber sido frenada por una orden judicial.
“El campo de Saberes, que alberga los conocimientos matemáticos, es un documento incompleto y de ahí hicimos la planeación del aula. Se escudan diciendo que están en construcción, pero, si están en construcción, ¿para qué nos ponen a hacer el plan? Esto es de verdad no tener experiencia. Un maestro planea con los insumos y uno de esos es el libro de texto.
“¿Qué necesidad de hacerlo ahora que no están ni terminados los documentos, ni los libros? Es fast track el taller intensivo. Necesitamos un plano. Quien construye una casa, primero hace los planos y aquí se arrancan mientras unos construyen la casa y otros hacen los planos”, dijo Irma Villalpando, doctora en Pedagogía.
A decir de la académica, el nuevo modelo “es ambicioso” por buscar transformar desde la raíz las prácticas pedagógicas y la enseñanza, pero termina por ser “más de lo mismo… todo es lo que ya conocemos de planes anteriores, no hay ni un solo contenido nuevo y hay que ver si no faltan, sobre todo con matemáticas”.
La investigadora aseguró que durante la primera sesión de supervisores y directores, “nadie le entendió”, porque los documentos “no son amables”, ya que el uso del lenguaje es rebuscado.
Sostuvo que las prioridades educativas en este momento son atender el rezago y deserción escolar, a lo que, consideró, no se ha dedicado suficiente tiempo ni inversión.
Explicó que junto a los docentes con quiénes trabaja ha tenido que extender las jornadas de trabajo esta semana, pues luego del taller intensivo han tenido que trabajar estrategias para intentar atender por cuenta propia los retrocesos, sobre todo, en matemáticas.
“Prometen un cambio muy fuerte, pero no ayudan a que podamos abonar a eso. En los documentos nos dan más bien los perfiles de egreso; es decir, las habilidades con las que los niños deberá salir de cada una de las fases, pero nosotros somos quienes tendremos que intentar aterrizar todos estos contenidos mezclados pues, como dicen, ‘como Dios nos dé a entender’.
“Porque supuestamente su plan es que se enseñe con base en los contextos en los que cada escuela se encuentra, pero todo se ve muy incompleto, porque ni libros terminados tenemos como para saber qué estaremos enseñando y así montar nuestra planeación didáctica”, añadió.
“Alfredo”, docente de primaria en el Valle de México y quien prefirió omitir su nombre real, mencionó: “Mira, prácticamente nos reunimos en el taller para leer una y otra vez que quieren una escuela decolonial, humanista, pero resulta que sólo es un revoltijo de lo que se ha enseñado durante décadas”.