La prueba piloto del nuevo modelo educativo de nivel básico se atoró no sólo por una orden judicial que frenó su aplicación, sino porque al plan de estudios se le siguen realizando cambios y los libros de texto no están listos.
De acuerdo con Irma Villalpando, directora de centros educativos y doctora en pedagogía por la UNAM, los programas educativos aún no son presentados a las y los maestros.
“Si nos acusan de que somos sospechosistas (por pensar que el pilotaje fue frenado porque no estaba listo), pues que ya presenten los materiales para revisarlos. El piloto requería una planeación, instrumentos, quién iba a observar. En conclusión, tenemos un marco muy confuso, abigarrado, pero ese ya está en el Diario Oficial de la Federación. Pero el plan de estudios todavía no baja, dijeron que le harían cambios y que los esperemos.
“Sí se aprecia que, creo, gente un poco nueva en estos temas, los equipos de trabajo se han visto un tanto ineficientes en los tiempos, en la logística, entonces se les van las fechas. Sea como fuere, lo que toca esperar son los libros. Necesitamos ya los contenidos para verlos”, manifestó la especialista.
A menos de un año de que arranque el plan en forma oficial, esta semana se inició la “Caravana de la nueva escuela mexicana” en Durango, encabezada por el director general de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Marx Arriaga, quien afirmó que la “nueva familia de los libros de texto” aún se encuentra “en borradores” y que serán discutidos con la comunidad docente.
Tenemos un marco muy confuso, abigarrado, pero ese ya está en el Diario Oficial de la Federación. Pero el plan de estudios todavía no baja, dijeron que le harían cambios y que los esperemos. Necesitamos ya los contenidos para verlosIrma Villalpando, Doctora en pedagogía por la UNAM
En los eventos realizados estos días, el funcionario federal ha explicado que el contenido de los libros no “obedecerá” a una secuencia de objetivos generales, sino a construir “nuevas ciudadanías” y así “derrotar los modelos decoloniales que históricamente sólo formaron una mano de obra calificada y deshumanizada”.
Según la información divulgada hasta ahora por la autoridad educativa, los materiales constarán de cinco libros de texto para las y los niños: tres dedicados a la integración del aula, de la escuela y de la comunidad con el plan de estudios; uno de múltiples lenguajes, donde interactúan las artes, historia y la comunicación, y uno más para las familias, maestros y alumnos. Además, hay un sexto libro exclusivamente para brindar recursos a docentes.
Durante la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE), celebrada el pasado viernes, la SEP distribuyó siete documentos y otros materiales de apoyo, con el fin de que las y los docentes comiencen a “apropiarse” y “resignifiquen” el nuevo esquema educativo.
A pesar de que en dos de éstos se anuncian los puntos centrales del plan y programas de estudio, en su interior no se aprecia un desglose de materias o temas que deje clara la implementación del cambio anunciado, sino una especie de síntesis del marco curricular ya conocido desde hace meses, en el cual se reitera que el modelo ahora será por fases y que buscará formar estudiantes más “humanistas” y en contacto y entendimiento sobre las comunidades en las que se desarrollan.
Según la explicación de Marx Arriaga durante la caravana, el plan de estudios tendrá una base nacional, pero su implementación en cada escuela del país no será homogénea, pues se busca que los aprendizajes se construyan con base en el contexto de las comunidades en la que se localiza cada centro escolar, para así “atender la diversidad”.
Para cumplir el objetivo, las y los maestros no sólo conducirán las clases, sino que serán parte del codiseño del plan de estudios en el cual las familias también deberán involucrarse, ante lo cual Irma Villalpando consideró que esto no sólo representará una sobrecarga de trabajo, sino también un plan poco funcional para las áreas urbanas del país.
“Piensan en una comunidad chiquita, rural, donde toda la gente se conoce, pero lo que nosotros decimos es que hay muchos Méxicos. En zonas urbanas, le pides un día a los papás y quieren juntas de 35 minutos porque se tienen que ir a trabajar lejos. Para esto se necesitan horas y, entonces, ¿quién atenderá a los niños? Está fuera de la realidad.
“Hay quienes lo pueden hacer, hay investigación muy buena de proyectos que se levantan con la comunidad desde la escuela, pero en comunidades donde las condiciones lo permiten”, dijo la especialista al respecto.
La autonomía del magisterio por la que el nuevo esquema apuesta para que los profesionales de la educación “reinventen la docencia”, dijo Irma Villalpando, podría no concretarse, pues las y los maestros pueden optar por continuar enseñando como ya lo hacen, con base en la última reforma curricular del 2017, ya que además, un cambio de esta magnitud requiere reformas para las y los niños y un cambio en la forma en que se prepara al magisterio en las universidades, afirmó.
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