Proporcionan alimento y ropa a migrantes

Tras tragedia, juarenses y hasta GN dan apoyo

Arman cooperación para comprar jugos, pan, burritos, ropa...; nos mueve el corazón y nos duele ver a tantos niños, dice un agente

Organizaciones sociales se manifestaron en contra del Instituto Nacional de Migración.
Organizaciones sociales se manifestaron en contra del Instituto Nacional de Migración. Foto: Cuartoscuro

El Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, Chihuahua, amaneció, ayer, por segundo día, con extranjeros irregulares afuera de sus instalaciones luego de la tragedia ocurrida el pasado lunes en donde murieron 39 migrantes.

La mañana de ayer, principalmente mujeres y niños, recibieron alimento y ropa, pero no por parte de las autoridades, sino de la sociedad juarense.

A la labor de ayuda y solidaridad se sumaron agentes de la Guardia Nacional que vigilan dichas instalaciones y quienes, a decir de los propios migrantes, “se cooperaron esta mañana para comprar jugos, burritos y pan. Nos dio mucho gusto poder dar de comer a nuestros hijos”, dijo María Yeniffer Berrizábal, de Honduras.

“Lo hicimos con nuestro dinero, porque se le hace a uno un nudo en el corazón al verlos así”, dijo uno de los agentes, quien prefirió no dar su nombre “para que no se piense que uno quiere protagonizar, pero tenemos hijos y ver tantos niños, pues mueve el corazón y duele”.

Los migrantes agradecieron el gesto de los elementos, al poder desayunar algo luego de haber dormido frente al edificio en donde la noche del lunes sufrieron quemaduras e intoxicación 66 migrantes extranjeros, 39 de los cuales perdieron la vida.

Otra migrante, Katiuska Márquez, quien pedía dinero en las calles de Ciudad Juárez, fue llevada con su familia hace dos semanas al centro de retención migratoria de Ciudad Juárez, del cual la venezolana de 23 años fue liberada una semana después, junto con sus dos hijos pequeños y su esposo, pero dijo que las autoridades no liberaron a su hermano mayor, Orlando Maldonado.

“Hoy amanecimos aquí. Ya pudimos comer. Después del incendio, la gente se acercó a ayudarnos, nos dieron comida y pudimos darles algo a los niños”

“Si no, regresaremos a Casa Migrante. No nos quedamos ahí, porque luego nos andan cazando las autoridades”, dijo.

Un número creciente de migrantes se ha dirigido al norte de México en las últimas semanas, con la esperanza de cruzar a Estados Unidos cuando expire el 11 de mayo la regla de la era de la pandemia que permitía a las autoridades expulsar rápidamente a los migrantes.

El número de migrantes en la ciudad aumentó a 12 mil, superando con creces la escasa capacidad de alojamiento de la ciudad, según estimaciones de la Oficina Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas.

Los migrantes ahora duermen en iglesias, hoteles y, a veces, en la calle.