El PAN y el PRD advirtieron que ante la insistencia del Gobierno federal para que los niños vuelvan a las aulas, existe riesgo para la salud de los menores que, además, llevan año y medio sin aprender.
Ayer, La Razón publicó la exigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para que antes del regreso a clases presenciales se les garantice cero contagios y que la administración federal se pronuncie sobre la aplicación de una dosis de refuerzo de la vacuna CanSino, mientras que el Sindicato Nacional de T rabajadores de la Educación (SNTE) anunció que están dispuestos a regresar.
Al respecto, Martha Márquez Alvarado, senadora del PAN, consideró que la CNTE debe seguir presionando para que el Gobierno federal garantice la seguridad sanitaria de los docentes antes del regreso a clases, lo cual es un derecho.
“Ojalá que la CNTE siga presionando, porque lo que exige es un derecho, estaría de acuerdo con ellos y debe de haber un plan para el regreso a clases, solamente se habla de este regreso híbrido, pero no le están diciendo a los maestros ni a las autoridades qué significa, nos hace falta una planeación”, manifestó.
Por separado, la secretaria general del PRD, Adriana Díaz Contreras, advirtió que el regreso a clases sin que se adopten las medidas suficientes de cuidado y prevención sería un crimen por el riesgo que representa para los menores.
Señaló que si la vacuna no ha podido frenar el avance de los contagios, existe un riesgo potencial al exponer a la población escolar sin vacunas.
Recordó que la variante Delta del coronavirus es más contagiosa, por lo que consideró que antes debe existir un verdadero plan de protección sanitaria en las escuelas.