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La vida de Raúl Meléndez García está destrozada desde hace dos años. La gente lo cree violador, sus hijas no quieren verlo, no tiene trabajo y nadie desea contratarlo; tiene deudas por más de 300 mil pesos y no sabe cómo pagará… Raúl estuvo dos años preso como consecuencia de las acciones de una joven que inventó un supuesto abuso sexual para extorsionarlo.
Fueron 621 días los que vivió encarcelado porque no le dio 45 mil pesos al papá de la adolescente que exigía dinero para “perdonarlo”.
Al final un magistrado determinó que era inocente. Y se descubrió que la joven Rubí Estrella Sánchez Zarco no sólo lo acusó a él, sino que hizo lo mismo con un hombre en el Estado de México, al que también le pidió dinero para “no proceder”.
El de Raúl es un caso de extorsión que, de acuerdo con la Procuraduría capitalina (PGJDF), no se denuncia en la ciudad de México, pero según reportan los defensores de derechos humanos, lo cierto es que las “supuestas víctimas” extorsionan al acusado, antes de llegar al MP.
La fiscal para Delitos Sexuales, Juana Camila Bautista, aseguró a La Razón que desde hace cuatro años no se registra un caso en el que una mujer finja ser víctima para obtener beneficios económicos.
Explicó que su personal analiza en una base de datos a quienes denuncian un abuso para saber si presentaron otra acusación similar, esto con el fin de evitar que en realidad busquen ganancias.
Pero en el caso de Raúl Meléndez la revisión falló, lo encarcelaron en el Reclusorio Oriente en el 2010, pese a que la joven que lo implicaba señalaba por el mismo delito a otro hombre, pero en Chalco. Así lo reveló el expediente LR/II/3065/08ECO1242/09. Ambos resultaron inocentes, pero con la vida destrozada.
Al respecto el ex subprocurador del DF, y actual procurador de Campeche, Renato Sales, consideró que es necesario que las autoridades encargadas de estos delitos analicen con mucho cuidado ambas partes en un caso.
“Es necesario equilibrar entre los derechos de la víctima, el valor preponderante de su declaración y la veracidad de su dicho. Entender mal la perspectiva de género propicia excesos”, dijo a La Razón.
Recordó que “una forma de extorsión es hacerse pasar por víctimas de un delito contra la indemnidad sexual”.
Lo cierto es que la ley clasifica como grave el abuso sexual. El artículo 176 del Código Penal del DF señala penas de 1 a 6 años de prisión a quien lo cometa. El mismo Código establece que el delito sólo se persigue si hay denuncia; es decir, si la víctima otorga el perdón se termina la indagatoria.
DELITO IMPUNE. De acuerdo con el Consejo para la Ley y los Derechos Humanos, la extorsión a personas acusadas de abuso es una práctica común en el Metro del Distrito Federal. Esto ocurre cuando una mujer asegura que algún hombre la tocó de forma obscena, sin ser verdad, y lo acusa con la policía. En lo que va del año, el Consejo se ha enterado de 488 casos.
Sin embargo, el presidente de esta ONG, Fernando Ruiz Canales, aseguró que no existen cifras oficiales sobre víctimas de esta extorsión, pues no se denuncia.
“Con el simple señalamiento de la supuesta víctima detienen a la gente. Por eso a los acusados les piden dinero afuera del MP, los presionan para llegar a un arreglo y, consumada la extorsión, los liberan”, explicó.
Raúl Meléndez no tuvo 45 mil pesos que le exigían para “perdonarlo”. Por eso su vida ya no es la misma.
“Todo me cambió, nadie me quiere dar trabajo, tengo deudas, pero lo que más me duele son mis hijas. No quieren verme, no quieren saber de su papá, y todo porque a alguien se le ocurrió inventarme un delito para obtener dinero”, dice ahora.