Problema migratorio

“Vine en camión, en lancha y caminando”

Los migrantes decidieron aprovechar el éxodo desde Sudamérica para emprender camino hacia México

Haitianos hacen fila para obtener comida en el refugio Casa INDI, en Monterrey, NL, ayer.
Haitianos hacen fila para obtener comida en el refugio Casa INDI, en Monterrey, NL, ayer. Foto: Reuters

Sin dinero, comida o un abrigo que le ayude a soportar el frío, Kilenoy, mujer haitiana de 40 años, llegó a la Ciudad de México la madrugada de ayer, procedente de Chiapas, luego de una travesía de 22 días desde su país, por la necesidad de encontrar una mejor calidad de vida por la crisis económica que azota a la isla.

“Salí de Haití hace 22 días y entré a Chiapas luego de dos semanas. Me vine con un grupo de personas que viajó a la ciudad, pero acá cada quien tomó su camino”, dijo mientras suma dos horas de espera afuera de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) para entregar su petición de asilo.

La mujer recuerda que antes que ella, sus hermanos huyeron de su país por la falta de recursos y alimento, pues no hay empleo ni dinero. En México busca colocarse en algún albergue mientras espera su respuesta de refugio y con ello seguir avanzando hacia Estados Unidos, porque no desea quedarse aquí.

En otros casos, los migrantes decidieron aprovechar el éxodo desde Sudamérica para emprender camino hacia México, ya que se corrió la voz que las autoridades reciben todos los trámites de refugio sin distinción.

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“Llegué el 15 de agosto a Tapachula y vengo de Chile. Quiero ir a Estados Unidos pero la situación está difícil y mejor me quedo acá. En México busco trabajo de electricista porque es lo que hago”, explicó Junior, quien llegó junto con su esposa y su hija de cuatro años.

Jan Centilma es un joven de 35 años que llegó hace dos días a la capital del país, luego de una travesía desde Chile, República Dominicana, Panamá, Guatemala y Chiapas, utilizando todo tipo de transportes.

“El trayecto fue muy complicado porque fue en camión, aventón, en lancha y caminando por la selva. Vengo desde Chile porque allá no hay mucho trabajo y por ser migrante te quieren cobrar todo al doble. La comida, el bus y los servicios son más caros para los que no son de ahí”, detalló.

En su camino, Jan fue extorsionado en Panamá y Guatemala para poder pasar la frontera con 150 dólares: “mucha gente mala hace negocio en la frontera porque te ven que quieres pasar y te cobran, aunque no son autoridad. Fue muy difícil el camino, pero ya estamos aquí. A ver qué pasa”.

Los migrantes esperan que en breve sea respondida su petición de asilo para poder contar con un trabajo y dinero para subsistir en México.

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