Virus Sincitial se dispara 32%; el frío, detonante, alertan

La incidencia del Virus Sincicial (o Sincitial) Respiratorio (VSR), enfermedad de la que hay preocupación mundial por su alta capacidad de contagio y que puede afectar a personas de todas las edades, pero que es muy común en niños pequeños, se disparó 32 por ciento este año en México.

El último reporte del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), hasta la semana 47, da cuenta de 827 casos positivos entre los que clasifica como Otros Virus Respiratorios (OVR), y de ellos, establece que 66 por ciento corresponden a VSR; es decir, en el año se tiene registro oficial de 546 infecciones de virus en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (Sisver).

Mientras que en 2022 se reportó que los casos de OVR, en el mismo periodo, eran 845, pero únicamente 49 por ciento correspondían a VSR; es decir, 414.

Carlos Aguirre, pediatra infectólogo, explicó que es imprescindible que “se extremen precauciones ante la llegada del frío. El virus respiratorio sincicial es una enfermedad viral común que afecta a personas de todas las edades, aunque con mayor incidencia en niños pequeños.

“Causa síntomas leves similares al resfriado en la mayoría de los casos, (pero) puede desencadenar infecciones pulmonares graves, especialmente en bebés, adultos mayores y aquellos con problemas médicos serios. El VSR se propaga de persona a persona a través de diversas formas y, de no cuidarlo, puede ser muy grave en los pequeños”, advirtió.

El especialista aseguró que el VSR es un virus que tiene el mismo material genético que el Covid-19, que es un ARN. Afirma que el incremento sustancial de contagios se debió a que salimos de un aislamiento. “Este virus se transmite por secreciones; entonces, los niños más grandes van a kínder o guardería y llevan este virus a la casa”, advirtió.

El pediatra indicó que, en México, de los casos de VSR existentes, 73 por ciento de pacientes son niños cuya edad fluctúa entre 0 y 9 años, y el resto corresponde a adultos. Además, expuso que tres de cada 100 bebés con infección por el VSR podrían requerir hospitalización, y hasta necesitar oxígeno, líquidos intravenosos (si no pueden comer o beber) y asistencia respiratoria mecánica.

Respecto a si este virus sincicial tiene alguna relación con el que actualmente está atacando la salud de niños en China, descartó esta posibilidad y, aunque refirió que el alza de neumonía infantil en China es significativa, esto “no quiere decir que sea una nueva epidemia, sino sólo un aumento de casos que se tiene que vigilar”.

“Desde mediados de octubre, las autoridades de epidemiología de China empezaron a reportar este aumento, que si bien es inusual en el sentido del número de casos, afortunadamente tampoco es de alarma en el sentido de los microorganismos causantes. El virus sincicial se puede complicar, pero no siempre llega a neumonía; eso va a depender de que se detecte a tiempo y que se dé el tratamiento adecuado”, indicó el pediatra.

Uno de los casos de este padecimiento que tuvo un efecto grave es el de Iker. Ivonne Martínez Vega es madre del pequeño de dos años, quien todas las mañanas, a pesar de estar bien abrigado, vive cambios bruscos de temperatura.

“Salimos de casa a las 7:00 de la mañana o antes para poder dejarlo en la guardería; ahí me di cuenta que varios niños andaban con escurrimiento nasal, pero siempre piensa uno que es algo normal para la época. Resulta que al menos tres niños de la misma sala de mi hijo tienen los mismos síntomas, pero él sí se puso muy mal”, relató.

La mujer comentó a La Razón que llevó a su hijo con un médico de un consultorio de farmacia y éste le dijo que “casi todos los niños contraen una infección por el VSR antes de cumplir dos años de edad, lo que vi normal, pero se fue complicando y un día vi que ya no podía ni respirar”.

Expertos en el tema han advertido que, la mayor parte de las veces, el VSR causará síntomas leves, similares a los del resfriado, pero también puede causar enfermedades graves, tales como bronquiolitis o neumonía, esta última causante de agravamiento del pequeño Iker, quien ahora sigue usando un respirador.