Senadoras y diputadas crean frente en rechazo al dictamen

Rebeliones internas y ciudadanos doblan a Mier, Alito y Romero

Naufraga 4º intento de sacar reforma que acota al TEPJF; Morena, aliados y oposición irían por perfeccionarla; el PAN se baja; PRI admite que no hay consenso; senadoras llaman a seguir en la lucha por derechos

Ignacio Mier, ayer, en la Cámara de Diputados.
Ignacio Mier, ayer, en la Cámara de Diputados. Foto: Cuartoscuro

La reforma para acotar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) naufragó ayer, al anunciarse una pausa para sacarla adelante, ante la falta de consensos, el repliegue del PAN y tras las advertencias de organizaciones sobre el riesgo para la paridad de género y los derechos político-electorales de grupos vulnerados, en una decisión que estuvo precedida por la conformación de un frente de mujeres legisladoras, incluso de Morena, en contra de la enmienda.

Así, las voces ciudadanas y de legisladoras frenaron, por el momento, la intención inicial de los dirigentes partidistas y los líderes parlamentarios de Morena, PAN, PRI, PRD, PT y PVEM, de hacer una reforma que impediría lo que consideran “excesos” del TEPJF y la “violación” a la soberanía del Poder Legislativo, pues retiraría a los magistrados electorales facultades de interpretación en casos de mujeres, indígenas, personas con discapacidad y poblaciones LGBT+ que denuncien violación a sus derechos políticos, como es el caso de la distribución de candidaturas.

En el cuarto día consecutivo de incertidumbre, el proyecto fue inducido a un coma por las bancadas, que entre contradicciones y reparto de culpas señalaron que “seguiremos trabajando para legislar” a favor de las minorías y la democracia.

Previamente, senadoras y diputadas de Morena, PRI, PT y Movimiento Ciudadano crearon un frente para rechazar el dictamen, por considerar que atenta contra los derechos que las mujeres han ganado para ocupar puestos de representación.

La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, la morenista Martha Lucía Mícher, ratificó la postura que fijó en la sesión del miércoles para frenar esta iniciativa. Por ello, llamó a las diputadas a que “no se dejen vencer y den la batalla” en la discusión, ante los “alegatos patriarcales” con los que aseguró que buscarán regatear.

En San Lázaro, el PAN fue el único que dio marcha atrás al apoyo que en días anteriores había dado a la iniciativa de reforma, al manifestar ayer su rechazo a la propuesta, mientras que PRI, PRD y Morena mantuvieron la esperanza en que se alcanzará un consenso, después de que el proyecto se llevará a consulta con las dirigencias para, se dijo, perfeccionarlo.

El líder de la bancada albiazul, Jorge Romero, dijo que “para que no haya dudas, las y los Diputados del PAN decidimos no reformar cualquier Iniciativa que, pese a su contenido, suponga la más mínima duda respecto a las facultades del TEPJF, paridad de género o acciones afirmativas”.

En tanto que el presidente de la Cámara baja, el también panista Santiago Creel, dijo contundentemente que el único acuerdo es que “la reforma no va y punto. Punto y aparte y final. Final de la historia”.

Incluso, más tarde compartió un video en redes donde celebró que haya “prosperado la razón” y se haya escuchado a la sociedad; y pidió que haya “muchos más días así”, palabras que pronto fueron objeto de más críticas por parte de Morena y MC, que le recriminaron el festejo, luego de que fue su bancada la que impulsó “la parte sustantiva” de la reforma.

El próximo lunes, los coordinadores parlamentarios se reunirán otra vez para discutir el anteproyecto que se construyó, pues Morena, PRI y PRD refirieron que aún puede haber una reforma, una vez que se superen los desacuerdos, para que así no sea frenada en el Senado.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el morenista Juan Ramiro Robledo, explicó que el documento que se trabaja ordenaría a los partidos respetar la paridad de género en su vida interna; a postular cuando menos 10 por ciento en acciones afirmativas entre sus candidatos y tendrían la facultad para autorregular sus tiempos y procedimientos.

El coordinador y el dirigente nacional del PRI, Rubén Moreira y Alejandro Moreno, contradijeron esta versión al afirmar que aún no hay un anteproyecto definido. Aunque se negaron a compartir los puntos en los que no se han alcanzado los acuerdos, dijeron que el PRI no quiere que haya un límite para postular candidatos mediante acciones afirmativas.

Abogados y expertos critican proyecto

Ante la Asociación Mundial de Juristas en Nueva York, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados (BMA) se pronunció sobre el “posible golpe a la democracia en México” con la reforma al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que se discute en la Cámara de Diputados y que busca limitar sus atribuciones.

Víctor Olea Pérez, presidente de la BMA, comentó que “existen diversos factores preocupantes que debilitan actualmente al Estado de derecho, como la impunidad, las descalificaciones a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)” y la reforma para acotar las facultades al TEPJF que resultaría “peligrosa” ante el proceso electoral del 2024.

“Un elemento esencial para la consolidación del Estado de derecho es el fortalecimiento del Poder Judicial como institución autónoma e independiente, y no al revés”, consideró el jurista.

En tanto, expertos en política nacional chocaron por la reforma al TEPJF que se discute en la Cámara de Diputados y que busca limitar sus atribuciones.

El politólogo del Tec de Monterrey, Juan Carlos Rivera, señaló que es “una atrocidad” la reforma, ya que se retrocede la democracia en el país, lo que es una traición de los partidos.

“Lo que buscan (los partidos) sólo son beneficios propios, por eso es una pena que en una democracia se hagan ese tipo de atrocidades por parte de los partidos políticos”, detalló.

Ulises Corona, politólogo de la UNAM, señaló que los partidos están viendo su propio beneficio al acotar al órgano autónomo.

“Lo que hacen es acotar las actuales atribuciones del Tribunal, pues debe existir un equilibrio en los poderes. No es un retroceso del Estado mexicano, sino una precisión del estado de derecho”, explicó.