Mientras Marruecos coordina a los pocos rescatistas y bomberos que tiene en busca de sobrevivientes y ayuda a afectados que siguen a la intemperie por temor a otro sismo, el mundo garantiza ayuda lo antes posible.
A más de 48 horas de la tragedia y en su segundo día de luto el Ministerio del Interior confirmó que halló más cuerpos entre los escombros y contabiliza dos mil 122 fallecidos tras el peor terremoto de magnitud 6.8, que aún no supera la población, tras una réplica de 4.9 que la sorprendió. Dicho saldo cuadruplica la cifra de muertos de un temblor similar (6.4) en 2004 y no descartan que aumente, pues hay inmuebles colapsados y también reportan más de dos mil 400 heridos, de los que más de la mitad está encuentra en condición crítica.
Con apoyo de excavadoras, soldados y policías se sumaron a las búsquedas, principalmente en puntos cercanoss al epicentro, pues confían en hallar a más sobrevivientes tras el más intenso movimiento telúrico, que varios residentes compararon con un ataque por lo sorpresivo y letal. En contraste otras regiones se valen sólo de los residentes, pues debido a los cieres de carreteras, por deslizamientos de tierra, quedaron incomunicados y a la espera de ser rescatados.
Pero la ayuda ya va en camino. Cuatro naciones aliadas, España, Gran Bretaña, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, adelantaron que enviarán equipos de rescate, como 56 soldados y cuatro perros de la gestión de Pedro Sánchez, al tiempo que pobladores dedicaron la jornada a la oración y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que hay 300 mil damnificados en Marrakech —el corazón del turismo— y alrededores.
Horas después, aunque la nación no había solicitado apoyo, el Ministerio del Interior de la región africana aceptó la ayuda global, pues la prioridad es movilizar al personal disponible para hallar personas con vida y apoyar a quienes por tercer día dormirán en la calle o en refugios, lo que recuerda la crisis de este año en Turquía, azotada por una oleada de sismos que dejaron miles de muertos.
Y éste no es el único respaldo, pues otras regiones, como Estados Unidos y Francia, se dijeron listas para desplegar a rescatistas y enviar recursos para que la región supere lo más pronto posible la tragedia, tema en el que ya colabora Argelia, que abrió su espacio aéreo para el traslado de heridos y vuelos humanitarios ante el nivel de devastación que poco a poco se va destapando.
En tanto, miles de ciudadanos permanecen al aire libre, ya sea porque lo perdieron todo en la fatal sacudida, o por el temor de que el próximo temblor los atrape en dichas estructuras.
Con los pocos artículos que sacaron de viviendas o inmuebles cercanos o que el gobierno reparte en colaboración con equipos médicos, sobrevivientes armaron tiendas de campaña y pequeñas cocinas para resguardarse en grupos en lo que Marruecos retorna a la normalidad.