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El presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez afirmó hoy en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que el acuerdo militar que negoció con Estados Unidos respeta la soberanía de su país y de las naciones vecinas.
Al intervenir en el cita extraordinaria, que se realiza en la patagónica ciudad argentina de Bariloche, el gobernante señaló el convenio militar de su país con Washington consta de un artículo que se refiere al respeto a la soberanía de terceras naciones.
"Es bien importante resaltar que el artículo tercero de este acuerdo (que se terminó de negociar hace dos semanas) dispone que no se puede utilizar para la intervención en asuntos internos de otros Estados", dijo el presidente colombiano.
Señaló que otro punto importante es que el acceso militar que tendrá Estados Unidos en Colombia de ninguna manera implica una renuncia a la soberanía colombiana, ni siquiera "sobre un milímetro del territorio".
Insistió en que "no hay renuncia colombiana a la soberanía, no hay abdicación de soberanía; (el acuerdo) se rige por el principio de la integridad territorial de los Estados".
Uribe sostuvo que el pacto militar con Estados Unidos es necesario para su país para combatir al narcotráfico y al "terrorismo", como define el mandatario la actividad de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El mandatario hizo su primera intervención en la cumbre extraordinaria de la Unasur en un salón donde se encuentran sus homólogos de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, principales opositores al acuerdo militar Colombia-Estados Unidos.
Sin mencionar a sus colegas, Uribe Vélez dijo que a su país le preocupa que en algunos discursos se tenga a grupos ilegales como las FARC como aliados políticos y que los comandantes de esa guerrilla puedan esconderse en territorios fuera de Colombia.
"Nos preocupa muchísimo que a esos grupos se les encuentren armas provenientes de otros países", dijo, y pidió que se investiguen los casos de entrega de armas a grupos irregulares.
En julio pasado, el gobierno colombiano denunció que armas del Ejército venezolano fueron descubiertas en manos de las FARC, lo que fue negado por el gobierno de Chávez, que acusó a Uribe de "un montaje".
La cumbre extraordinaria de la Unasur fue convocada por la presidenta argentina Cristina Fernández para tratar el controvertido tema del acuerdo militar entre Washington y Bogotá, el cual prevé el uso de bases castrenses colombianas por parte de efectivos estadunidenses.
Luego del discurso inicial de Uribe, el presidente Correa dijo que sería importante para los gobernantes de la Unasur que Colombia les proporcione una copia del acuerdo militar con Washington a fin de conocer en detalle su contenido.
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