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La comunidad internacional cerró filas y minimizó las filtraciones realizadas por Wikileaks en las que revela la opinión del gobierno de Estados Unidos con respecto a mandatarios como Silvio Berlusconi (Italia) y Nicolás Sarkozy (Francia).
El gobierno francés expresó que defenderá a Estados Unidos ante el escándalo provocado por la publicación de los cables con secretos diplomáticos. “Respaldamos mucho al gobierno estadounidense en sus esfuerzos por evitar no sólo lo que daña la autoridad de los países y la calidad de sus servicios, sino también pone en peligro a los hombres y mujeres que trabajan para defender a su país”, sostuvo Francois Baroin, portavoz del gobierno y ministro de Presupuesto.Esto a pesar de las sospechas sobre Nicolás Sarkozy, a quien los diplomáticos estadounidenses “siguen para observar a detalle cualquier movimiento del líder galo que busque obstaculizar la política exterior” de Estados Unidos.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, minimizó las revelaciones de Wikileaks, según las cuales el gobierno estadounidense lo considera un gobernante inepto, vanidoso e ineficaz. Berlusconi aclaró que sólo se trata de opiniones políticas de la encargada de negocios de la embajada norteamericana en Roma, Elizabeth Dibble.
También el gobierno de Colombia lamentó la filtración y mediante un comunicado oficial, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos señaló que se solidariza con la administración de Obama “por lo que considera un enorme riesgo para la seguridad del pueblo estadounidense y de sus funcionarios”.
Sin embargo, tras las revelaciones la ONU se limitó a decir que por su naturaleza, es una “organización transparente y abierta”, y reitera los “privilegios e inmunidades” que tiene de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y la Convención de 1946.
WASHINGTON RESPONDE. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, censuró la revelación de los documentos filtrados el domingo por Wikileaks y lo calificó de “un ataque a la comunidad internacional”. En una conferencia de prensa desde Washington declaró rotundamente: “no voy a comentar o confirmar nada sobre las filtraciones”. Agregó que tiene confianza en que las relaciones con sus aliados “no sufran ningún daño”.
Clinton manifestó que no hay nada de loable en poner en peligro a los diplomáticos: “cualquiera que sean las razones para filtrar estos documentos, lo que está claro es que ponen en riesgo muchas vidas”, puntualizó.
Las revelaciones se producen días antes de una gira programada por la secretaria de Estado que la llevará a cuatro países de Asia y el Golfo Pérsico.
Inician proceso penal
En un contraataque, el gobierno calificó la filtración de más de un cuarto de millón de archivos secretos como una agresión a Estados Unidos y planteó la posibilidad de entablar un proceso penal contra el sitio WikiLeaks y Julian Assange.
El Pentágono detalló nuevas salvaguardas de seguridad, incluidas restricciones al manejo de pequeñas memorias USB, para hacer más difícil que cualquier persona copie y revele tantos secretos.
El secretario de Justicia Eric Holder dijo que el gobierno está sentando las bases para una pesquisa penal porque las revelaciones pusieron en riesgo la seguridad de la nación y de sus diplomáticos.