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Laurent Gbagbo
Londres.- Amnistía Internacional (AI) acusó hoy a las fuerzas leales del ex presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo y del actual mandatario Alassane Ouattara de crímenes de guerra y contra la humanidad durante los seis meses de violencia postelectoral.
En un informe publicado en esta capital, su sede, AI denunció que se siguen cometiendo violaciones de derechos humanos contra partidarios y supuestos partidarios de Gbagbo en Abiyán y en el oeste del país.
“Ouattara debe declarar públicamente que todo tipo de violencia contra la población civil debe cesar de inmediato para poner fin a estos actos”, indicó Gaëtan Mootoo, investigador para África occidental de AI.
Una delegación de Amnistía Internacional pasó más de dos meses en Costa de Marfil y reunió más de 100 testimonios de personas que sobrevivieron a una masacre perpetrada el pasado 29 de marzo en Duékoué, a unos 500 kilómetros al oeste de Abiyán, y pueblos vecinos.
Estos testimonios hablan de asesinatos selectivos cometidos por las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI, leales a Ouattara), que pedían a las víctimas su nombre y su documento de identidad antes de ejecutarlas.
Según AI, las milicias fieles a Gbagbo también cometieron desde diciembre de 2010 crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, torturas y violaciones, dirigidas sobre todo contra personas de nombre musulmán o que vestían ropa musulmana.
A finales de febrero pasado, las fuerzas de Gbagbo comenzaron a bombardear un barrio densamente poblado de Abiyán que había caído bajo el control de los hombres de Ouattara, matando a un número indeterminado de personas.
AI además arremete contra la Misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), a la que acusa de inacción, a pesar de que, según los testimonios, se solicitó su intervención en repetidas ocasiones sin obtener respuesta.
“ONUCI tiene el mandato de proteger a la población civil, sin embargo, en algunos casos está claro que no lo hizo”, lamentó Mootoo.
“Los responsables de la ONU nos dijeron que el Estado tiene el deber de proteger a los civiles, sin embargo si las fuerzas de Gbagbo y las de Ouattara cometieron crímenes terribles, ¿cómo se puede esperar que protejan a la población?”, concluyó.
Amnistía Internacional exhortó a las nuevas autoridades a restablecer con urgencia el imperio de la ley y la confianza del pueblo en las fuerzas de seguridad.
Sin justicia para las víctimas, independientemente de su afiliación política o grupo étnico, las apelaciones a la reconciliación corren el riesgo de hundirse en un compromiso inestable e insatisfactorio que podría conducir a más derramamiento de sangre y venganza en el futuro, precisó.
El conflicto en Costa de Marfil se originó tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas el pasado 28 de noviembre, en las que Ouattara obtuvo la victoria, pero Gbagbo, en la presidencia desde el año 2000, rechazó los resultados.
jvc