Washington.- El escándalo sexual protagonizado por 11 agentes secretos de Estados Unidos en Cartagena, Colombia, se vio aumentado luego de que el Departamento de Defensa anunció que cinco militares violaron el toque de queda la misma noche del miércoles.
El Departamento de la Defensa estadunidense informó por separado que cinco militares que se encontraban en el mismo hotel ese miércoles en la noche violaron el toque de queda.
La Defensa confirmó que se inició una investigación interna a fin de deslindar responsabilidades y posibles sanciones por el inadecuado desempeño de sus militares.
Las acusaciones contra los agentes del servicio secreto señalan que fueron enviados para proteger al presidente Barack Obama en su visita a Cartagena para la VI Cumbre de las Américas, pero contrataron servidoras sexuales y las llevaron a sus habitaciones el miércoles pasado.
El asunto salió a la luz después de que una de las mujeres protagonizó un escándalo en demanda de que se le pagaran sus servicios la mañana siguiente en el vestíbulo del hotel.
El director asistente del Servicio Secreto, Paul Morrissey, confirmó que los agentes violaron la política de cero tolerancia en mala conducta personal durante su viaje para preparar la llegada de Obama a esa nación sudamericana, donde hoy concluye el cónclave hemisférico.
Morrissey expresó en un comunicado que “lamentamos cualquier distracción que esta situación haya causado para la Cumbre”, al tiempo que dejó en claro que la seguridad de Obama nunca fue comprometida.
Acusaciones de mala conducta contra la agencia no se habían presentado desde 2009, cuando dos personas no invitadas lograron introducirse y pasar todos los retenes de seguridad a un evento de gala en la Casa Blanca.
Por su parte, el general Douglas Fraser, del Comando Sureste, confirmó que se inició una investigación sobre personal militar que fue enviado para coadyuvar en acciones de seguridad para la visita del mandatario estadunidense al país sudamericano.
“Estoy decepcionado de todo el incidente. Esta conducta no cumple con los estándares profesionales que deben cumplir los miembros de las fuerzas militares de este país”, puntualizó.
El presidente del Comité de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes, el republicano Peter T. King, confirmó que funcionarios del Servicio Secreto realizan una investigación de la conducta de los agentes en el hotel Caribe, de la ciudad de Cartagena.
Señaló que aunque uno de los agentes involucrados le pagó a la mujer y ella abandonó el lugar, la policía reportó el incidente a la embajada de Estados Unidos y ésta le informó al Servicio Secreto, que dispuso reemplazar a todo el equipo de agentes antes de la llegada de Obama.
King manifestó que la actuación de la dependencia fue la adecuada al remover a los agentes involucrados y señaló que éstos cometieron “una violación de conducta”.
“Involucrarse con prostitutas en un país extranjero los colocó en vulnerabilidad ante amenazas y el llevar prostitutas a una zona de seguridad cuando se supone que deben proteger al presidente es totalmente equivocado”, agregó.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, señaló que el incidente se conoció el jueves anterior y que el presidente fue informado el viernes.
El hotel Caribe está ubicado en Bocagrande, un distrito marítimo de Cartagena. No es un hostal colonial como la mayoría de las instalaciones del área y es considerado un patrimonio nacional.
De manera típica en un viaje presidencial al extranjero más de 200 agentes federales del Servicio Secreto, del Departamento de la Defensa y personal de la Casa Blanca son enviados dos semanas previas al evento.
Una vez que Obama llega en el avión Air Force One, unos 200 asistentes o más se integran al grupo original.
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