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San Salvador.- El nuevo ministro de Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, anunció el jueves que los pandilleros ya no tendrán ningún tipo de privilegios en las cárceles, y prohibió que estos puedan salir para dar entrevistas
La medida se tomó luego que dos reconocidos líderes de las pandillas participaron en una entrevista televisa y en un acto religioso en el Tabernáculo Bíblico Bautista la noche del miércoles en San Salvador.
Dionisio Arístides Umanzor, alias El Sirra, uno de los líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13), y Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias El Viejo Lin, de la pandilla Barrio 18, fueron trasladados desde sus respectivas cárceles, fuera de la capital, para participar en una entrevista con el pastor Toby Jr.
Ambos reos, forman parte de los voceros nacionales de las pandillas que lideran una tregua entre ellos y el proceso de pacificación que con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) busca terminar con la violencia en El Salvador.
Umanzor fue condenado a 30 años de cárcel por homicidio y secuestro el 13 de septiembre de 2000. El 22 de marzo de 2001 también fue condenado a tres años de cárcel por daños agravados en perjuicio de la Policía Nacional Civil.
Mojica Lechuga cumple una condena de 40 años por homicidio.
Al inicio de una tregua entre las pandillas en marzo de 2012, Umanzor y Mojica, al igual que otros 28 dirigentes de las pandillas, fueron sacados de la cárcel de máxima seguridad conocida como Zacatraz y los enviaron a centros penales donde conviven con sus compañeros de pandillas, donde las medidas de seguridad no son tan estrictas como en Zacatraz.
Desde esa fecha, es común que los líderes de las pandillas sean trasladados a otras cárceles donde se juntan para hablar con la prensa y luego regresan a sus lugares, pero nunca habían participado en una entrevista en vivo, fuera de la cárcel.
"La política del ministerio es que es terminantemente prohibido la salida de reos, de cualquier tipo de reos, a actividades de este tipo con exposiciones mediáticas. Nosotros vamos hacer fieles cumplidores de la ley y este tipo de privilegios van a quedar terminantemente prohibidos en los centros penales", manifestó Perdomo.
"En ningún momento vamos a permitir privilegios que violen la ley y para eso estamos haciendo en este momento la evaluación y la investigación pertinente", agregó el funcionario que el martes asumió el cargo.
Por su parte el viceministro de Seguridad, Douglas Moreno, sostuvo que "fuimos mal informados de la construcción de la entrevista, se había pactado dentro del sistema penitenciario bajo una visión cultural, bajo una visión de reflexión, fuimos mal informado de la estructura en la que se desarrolló esa entrevista".
Perdomo informó que el director de centros penales, Nelson Rauda, fue removido de su cargo, por permitir que los pandilleros salieron de la cárcel.
El proceso de pacificación con las pandillas inició en marzo de 2012, cuando se registraban 14 homicidios diarios, y los líderes de las pandillas (MS13 y el Barrio 18 acordaron una tregua entre ellos para dejar de matarse y bajar la cifra de muertes violentas.
La tregua se alcanzó con la intermediación del obispo castrense y policial, monseñor Fabio Colindres y del ex guerrillero Raúl Mijango, en representación de la sociedad civil.
Luego las pandillas se unieron a la iniciativa para ampliar la tregua y crear "zonas de paz" o "municipios libres de violencia", donde se espera no se cometa ningún delito.
En El Salvador, las pandillas establecidas en populosos barrios del país están integradas por más de 60.000 jóvenes y adolescentes. Más de 10.000 están presos, según cifras policiales.
Según un censo del ministerio de Justicia y Seguridad, elaborado en 184 de los 262 municipios del país, se estima que los miembros de pandillas y sus familias llegaría a 470.242 personas.
La investigación agrega que casi el 10% de la población, tiene relación con las pandillas o vive de las pandillas.