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Washington, DC.- Estados Unidos "tiene la obligación de obtener información de lo que está pasando en el mundo, para defender a nuestros ciudadanos, a nuestros aliados y a nuestra patria", declaró este viernes la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
En rueda de prensa, Psaki dejó en claro la postura del Gobierno de Barack Obama sobre el escándalo del espionaje que la NSA realizó, con autorización del gobierno estadounidense, a conversaciones de jefes de Gobierno de países aliados como Alemania, Italia, Francia, España y México.
A raíz de tales declaraciones, la funcionaria fue cuestionada severamente por los medios, con más de dos docenas de preguntas que fueron contestadas sistemáticamente en los mismos términos.
"Cualquier servicio de inteligencia del mundo lo hace. Nuestras capacidades técnicas no tienen rival, pero nuestro Gobierno no opera sin ningún control", indicó Psaki, y además añadió que las actividades de la agencia están supervisadas por las tres ramas de gobierno y que "tienen las restricciones más duras que ha habido en la historia".
Algunas de las respuestas de la portavoz levantaron nuevas interrogantes. Por ejemplo, la portavoz no quiso discutir si existe control judicial (al menos, mediante los tribunales secretos que supervisan el espionaje a ciudadanos estadounidenses) en el caso de los "pinchazos" electrónicos a líderes extranjeros.
Psaki señaló que para Washington este escándalo es "una distracción", que no debería provocar que se olviden los aspectos claves de la relación trasatlántica, sobre todo en lo concerniente a Irán, Siria y el Tratado de Libre Comercio que la UE y EU han empezado a negociar este verano.
La funcionaria admitió que se esperan "más filtraciones" y utilizó significativamente dos veces la expresión "desde que Edward Snowden entró en nuestras vidas", en clara manifestación de quién es el culpable del escándalo, según el gobierno estadounidense.
Asimismo, Psaki reveló que EU está dando aviso a sus aliados internacionales sobre los 30 mil documentos clasificados que están en posesión de Snowden y que aún no han sido revelados.
Dichas denuncias podrían ver la luz "en las próximas semanas", anticipó la portavoz en momentos en que las tensiones crecen, tanto en Europa como en América Latina.
Lo que atemoriza ahora a Estados Unidos es que pueda quedar al descubierto la cooperación en materia de espionaje con países que no son sus aliados tradicionales, o con departamentos de un Gobierno extranjero sin el conocimiento de otras autoridades de ese mismo país.