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San Salvador.- Un pescador que dice haber estado a la deriva en el mar durante más de un año finalmente regresó a su hogar en El Salvador, exhausto y callado.
José Salvador Alvarenga trató de hablar con una legión de periodistas que lo aguardaba en el aeropuerto, ávidos de conocer en detalle una odisea que muchos consideran un cuento chino: un hombre que atraviesa 10.500 kilómetros (6.500 millas) en el Océano Pacífico en un pequeño bote entre México y las Islas Marshall, sobreviviendo con pescado crudo, tortugas y sangre de aves.
Con una camiseta azul oscura, pantalones de color caqui y zapatillas, el pescador de 37 años salió del aeropuerto en una silla de ruedas y fue trasladado en ambulancia al Hospital Nacional San Rafael, donde fue recibido por una hija que no lo recordaba y su madre que pensó que había muerto por no tener noticias sobre él desde hace años.
Alvarenga quedará hospitalizado al menos durante dos días mientras descansa y es sometido a una serie de exámenes, incluso una prueba de sus funciones renales, dijo Ramírez a la prensa a la entrada del hospital.