El narcotraficante mexicano Manuel Fernández Valencia, alias “La Puerca”, socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán en el cártel de Sinaloa, fue sentenciado a 27 años de prisión por su participación en el transporte de “grandes cantidades de cocaína” al área de Chicago.
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La Oficina del Procurador Federal para el Distrito Norte de Illinois informó en un comunicado que el juez federal Ronald A. Guzmán impuso a Fernández Valencia una sentencia de 324 meses de prisión, luego de que se declarara culpable de un cargo de conspiración para poseer una substancia controlado con intento de distribución.
“El acusado estaba operando en los niveles más altos de las grandes y violentas organizaciones internacionales de tráfico de drogas”, dijo la procuradora federal adjunta Erika Csicsila, en el memorando de sentencia del gobierno.
“El daño que esas drogas, y la violencia resultante del comercio de la droga, han causado a las comunidades en Chicago y en otra parte es inmensurable”, indicó.
De acuerdo con las autoridades estadunidenses, Fernández Valencia, de 48 años de edad, usó los recursos del cártel de Sinaloa y de la Organización de los Beltrán Leyva para contrabandear grandes cantidades de narcóticos a Estados Unidos desde México.
Los cárteles transportaban la droga en autobuses, automóviles, aviones privados, embarcaciones pesqueras, en contenedores en barcos, e incluso en submarinos.
Los cargamentos de droga eran inicialmente almacenados en casas de seguridad en el sur de California antes de ser enviados a varias partes de Estados Unidos, incluyendo el área de Chicago.
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Fernández Valencia, quien ha permanecido detenido desde su arresto en México en 2010, admitió conspirar con los hermanos gemelos Pedro y Margarito Flores para distribuir cocaína en Chicago.
Los hermanos Flores mantenían una red de distribución mayorista con sede en Chicago tanto para el cártel de Sinaloa como para la Organización Beltrán-Leyva.
La cocaína fue comprada en América del Sur y entregada a Fernández Valencia en Mexicali, Baja California antes de ser introducida de contrabando en los Estados Unidos.
Los hermanos Flores se declararon culpables en 2012 y fueron sentenciados a 14 años de prisión.
