Al menos 71 personas murieron y decenas más resultaron heridas en el marco de una ola de atentados explosivos y ataques armados de la insurgencia Talibán contra bases militares y oficinas de la Policía en las orientales provincias afganas de Ghazni y Paktia.
"Los talibanes mataron a 71 personas en los ataques de hoy en Ghazni y Paktia", anunció el viceministro de Interior de Afganistán, Murad Ali Murad, uego de que las fuerzas de seguridad retomaron el control de la seguridad en las provincias, tras horas de enfrentamientos contra militantes talibanes.
En una conferencia de prensa en Kabul, Murad dijo que los atentados con coches bombas y ataques con granadas y armas de diversos calibres de este martes en varios puntos de Ghanzi y la vecina Paktia fueron el "mayor ataque terrorista de este año".
En la provincia de Paktia, 41 personas (21 policías y 20 civiles) murieron y 158 resultaron heridas, 48 de ellas policías, por la detonación de dos coches bomba en el centro de entrenamiento de la Policía en la capital provincial, Gardez.
En tanto, en el distrito de Andar, en el sur de la provincia de Ghazni, 25 policías y cinco civiles fallecieron por un atentado con coche bomba, mientras que al menos otras 15 personas resultaron con lesiones, incluidos 10 policías.
Un funcionario, que se negó a ser identificado, dijo a la agencia informativa Pajhwok Afghan News (PAN) que los militantes detonaron una camioneta cargada de explosivos en la mañana cerca de una base militar, provocándose una batalla posterior.
El jefe de la Policía local, general brigadier Mohammad Zaman, indicó que 15 policías murieron y otros 12 resultaron heridos durante la batalla armada entre los talibanes y las fuerzas de seguridad en el distrito de Andar, que duró cuatro horas y dejó también cinco civiles heridos.
El portavoz del gobierno provincial, Arif Noori, confirmó por su parte que entre las víctimas fatales está el jefe de policía de Andar, Mohammad Nazir Kharotai, y agregó que más de una docena de civiles y 10 talibanes perdieron la vida durante el tiroteo.
El portavoz del Movimiento Talibán, Zabihullah Mujahid, confirmó en una declaración los atentados con coche bomba y los posteriores enfrentamientos, asegurando que las fuerzas de seguridad habían sufrido docenas de bajas y que muchas armas fueron capturadas por los rebeldes.
Mujahid aseguró que los talibanes seguirán asaltando más puestos de control de seguridad, tras admitir que dos de sus combatientes perdieron la vida y otros dos resultaron heridos este martes.
A pesar de las númerosos bajas, el viceministro del Interior, Murad Ali Murad, dijo que las fuerzas afganas mantienen firme su "disposición para luchar contra terroristas y eliminarlos por completo".
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