El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) condenó al excomandante serbobosnio Ratko Mladic a cadena perpetua por el genocidio bosnio en Srebrenica, así como por crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado.
De los once cargos que pesaban contra Mladic fue declarado culpable de diez, incluido el del genocidio de Srebrenica, cuando en julio de 1995 cerca de ocho mil hombres y niños musulmanes fueron asesinados en el marco de una limpieza étnica.
El llamado "carnicero de Bosnia" se libró del cargo de genocidio por buscar el exterminio de la población bosnia musulmana y bosniocroata durante el conflicto (1992-1995).
El presidente del TPIY, Alphons Orie, afirmó que Mladic intentó crear territorios "étnicamente limpios" de bosnios musulmanes y bosniocroatas y le responsabilizó de aterrorizar a la población civil de Sarajevo durante el largo asedio a la capital bosnia.
Poco antes de conocerse la sentencia, el exlíder militar fue expulsado de la sala, tras solicitar cinco minutos para acudir al baño, donde permaneció durante más de 40 minutos.
Al reiniciarse la sesión, sus abogados pidieron aplazar la lectura de la sentencia debido a una "crisis de hipertensión" del acusado, lo que le fue negado.
En marzo de 2016 el TPIY condenó a 40 años de prisión por genocidio y crímenes contra la humanidad al exlíder de la República Srpska de Bosnia, Radovan Karadzic.
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