El fiscal general de Egipto, Nabil Sadek, reportó este sábado que el número de personas fallecidas tras el ataque a una mezquita en la región del Sinaí aumentó a 305, incluidos 27 niños, y el número de heridos a 128.
En una declaración este sábado, Sadeq detalló que en la agresión de este viernes un grupo de 25 a 30 militantes terroristas, en cinco vehículos todoterreno, llegó a a la mezquita en la pequeña ciudad de Bir al-Abd, se colocaron en la puerta principal y en otros 12 accesos y abrieron fuego contra los fieles que estaban adentro. También incendiaron siete autos.
El atentado contra la mezquita de Al Raudá representa la acción terrorista más sangrienta registrada en el país y una de las más mortíferas a escala mundial
Testigos del ataque citados por la edición digital del diario Al Ahram aseguran que los terroristas hicieron estallar una bomba en la mezquita, adscrita al rito moderado sufí, considerado herejía por el salafismo extremista, mientras varios hombres armados abrieron fuego de forma indiscriminada contra los fieles que huían tras la explosión.
En medio de un gran despliegue de fuerzas de seguridad, los equipos de emergencia evacuaron hacia hospitales cercanos a los supervivientes en decenas de ambulancias a pesar del tiroteo cruzado.
Entre las víctimas había numerosos soldados de reemplazo que cumplen el servicio militar obligatorio en la conflictiva zona del norte del Sinaí.
El ataque sucedió a 40 kilómetros al oeste de El Arish, fronteriza con la Franja de Gaza e Israel, una zona especialmente sensible por sus implicaciones políticas y en la que ambos países tienen puestos sus ojos. La población civil que aún resiste a pesar de los cortes de electricidad, los toques de queda y los constantes enfrentamientos.
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ag