Al acudir a atender un reporte de robo un policía se percató que una mujer embarazada se estaba drogando y tomó la decisión de cambiar su vida.
El uniformado de Nuevo México, Estados Unidos, se acercó a la mujer que se inyectaba heroína en ese momento y ella le confesó que tenía ocho meses de embarazo y la droga controlaba su vida, por lo que seguramente daría en adopción al bebé.
Ese momento quedó grabado en las cámaras de seguridad que el agente agente Ryan Holets y su compañero portaban en los chalecos.
Los hechos ocurrieron en septiembre y Holets se mantuvo al pendiente de la mujer, a quien le dio un lugar para dormir, hasta hace unas semanas cuando ella dio a luz, pues ya había decidido que adoptaría a la bebé para que tuviera otra vida lejos de las calles y las drogas.
El policía ahora reconocido como un héroe en su comunidad es padre de cuatro hijos y desde que conoció a la mujer identificada como Crystal Champ le dijo a su mujer que quería adoptar al bebé, a lo que su esposa aceptó con gusto aunque sorprendida por la abrupta decisión.
El proceso de adopción sigue y se espera que concluya a finales de año.
Desde que nació la bebé ha sido tratada con metadona para combatir la adicción con la que nació, debido a que su madre es adicta y siguió consumiendo drogas durante el embarazo.
srv
