Ante posibles atentados terroristas durante las fiestas de Año Nuevo, Turquía intensificó las medidas de seguridad en Estambul, mientras que la policía realizó varias operaciones de 12 provincias del país, deteniendo a 120 personas por presuntos vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El gobernador de la ciudad más poblada de Turquía, Vasip Sahin, informó el pasado jueves que para la Nochevieja de este 2017, al menos 37 mil policías y unos cuatro mil gendarmes serán desplegados en Estambul, una cifra que duplicará el despliegue diario habitual.
Por motivos de seguridad, las autoridades han prohibido o cancelado las celebraciones públicas de Año Nuevo en algunos lugares concurridos como en la plaza Taksim, así como en los distritos Beyoglu, Sisli y Besiktas para evitar atentados como los del año pasado en una discoteca de Estambul, que dejó 39 muertos.
“Hemos tomado todas las precauciones para que nuestros ciudadanos pueden celebrar el Año Nuevo felizmente y en paz”,
Vasip Sahin
Gobernador de Estambul
Las medidas de seguridad se toman antes del primer aniversario del atentado en la discoteca Reina de Estambul cometido por el uzbeco Abdulkadir Masharipov, quien abrió fuego contra quienes se encontraban en ese centro nocturno en la madrugada del 1 de enero de 2017, dejando 39 muertos y 79 heridos, la mayoría extranjeros.
Desde entonces, la policía realiza de manera frecuente redadas para desbaratar posibles planes de atentados en el país y ha detenido a cientos de supuestos miembros del Estado Islámico.
En las últimas horas, la policía detuvo a 120 sospechosos, incluidos ciudadanos sirios e iraquíes, por presuntos vínculos con el EI, durante varias operaciones realizadas en 12 provincias de Turquía, según la agencia turca de noticias Anadolu.
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