La falta de alimentos en muchos de los hogares venezolanos agrava la situación de quienes buscan un poco de comida; en colegios niños se ven orillados a robar los refrigerios de sus compañeros.
Autoridades alertan que dicha situación va en aumento y de acuerdo con un studio del Centro Comunitario de Aprendizaje (CECODAP), el 61.3 por ciento de los hogares considera que la alimentación es deficiente o no satisface el apetito, esto tras una encuesta a más de mil hogares.
Uno de esos casos es el de José un menor de ocho años de edad, que va con sus compañeros a pedir "¡dame, dame!", ya que él no lleva nada para su almuerzo, incluso cuando no le dan prefiere robarle a alguien o comer las sobras de sus compañeros.
Se ha acostumbrado a pedir, inclusive presiona para que le den comida, señala la psicopedagoga de su escuela en el trabajo del Observatorio de Violencia.
En tanto, su madre y su hermana relatan que sí desayuna, sin embargo cuentan que son una familia de cinco personas, donde la mamá es el único sustento.
En los hogares lo usual es que no se preparen meriendas, y de las tres comidas principales, la que menos se hace en el 82 por ciento de los casos es el desayuno.
Otro caso, en la misma institución, es el de Asdrúbal, quien a sus siete años roba los lonches de sus compañeros; él junto a dos de sus hermanos quedaron a cargo de sus abuelos pues sus padres salieron del país en busca de mejores condiciones de vida.
Además, los adolescentes extrañan productos que consumían pero que ahora los altos precios han vuelto prohibidos como cereales en caja o bolsa, frutas, arroz y pasta son los más añorados.
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