Intensos bombardeos y ataques aéreos del gobierno de Siria sobre suburbios de la capital, Damasco, controlados por rebeldes, causaron al menos 100 muertos, en la ofensiva más letal sobre la zona en tres años, dijeron el martes activistas y paramédicos.
Los socorristas se apresuraron a ayudar a los sobrevivientes en Ghouta Oriental, en los suburbios de Damasco, mientras aviones y helicópteros artillados circulaban por los aires, bombardeando hospitales, bloques de apartamentos y otros blancos civiles.
Los suburbios son el último bastión importante de los rebeldes en la zona de la capital.
Al menos 200 civiles murieron ante incesantes ataques que comenzaron el lunes pasado incluyendo 58 niños de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Otras mil personas resultaron heridas, según el grupo civil.
“Ya no tenemos palabras para describir el sufrimiento de los niños y nuestra indignación”, dijo la agencia de la ONU para la infancia en un comunicado.
El ministro ruso de exteriores Sergey Lavrov pareció apoyar el asalto, el cual _dijo_ estuvo respaldado por la fuerza aérea de Rusia. “En cumplimiento con los acuerdos existentes, la lucha contra el terrorismo no puede restringirse ante nada”, declaró.
Moscú ha sido un firme aliado de las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad y fue clave para un asalto en 2016 que expulsó a los rebeldes de su enclave en Aleppo, en el este de Siria y la ciudad más grande del país antes de la guerra. Según Lavrov este resultado podría servir de ejemplo para Ghouta Oriental.
Fuerzas progubernamentales se han agrupado desde el fin de semana en el perímetro de la región controlada por rebeldes, un grupo de localidades y tierras agrícolas que una vez proveyeron granos y fruta a la capital antes de que la guerra la convirtiera en un paisaje de caos y desesperación.
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