El sospechoso de una oleada de ataques con paquetes bomba que atemorizaron a Austin, Texas, el mes pasado se inmoló a primera hora de este miércoles al ser cercado por las autoridades, poniendo fin a un dramático episodio que causó dos muertos y cuatro heridos en la capital de Texas.
AUSTIN BOMBING SUSPECT IS DEAD. Great job by law enforcement and all concerned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 21 de marzo de 2018
Las autoridades identificaron al sospechoso como Mark Anthony Conditt, de 23 años, y lo localizaron en un hotel de la carretera Interestatal 35 en Round Rock, un suburbio de la capital de Texas, informó el jefe de la policía de Austin, Brian Manley, en una conferencia de prensa, aunque no se detalló si era originario de la ciudad.
La policía esperaba la llegada de vehículos balísticos cuando el coche del sospechoso comenzó a alejarse, agregó. Según el relato del funcionario, siguieron al auto, que se paró en una zanja a un lado de la calzada.
Cuando efectivos de un escuadrón táctico SWAT se acercaron a él, el sospechoso detonó un explosivo dentro del auto, dijo Manley. El estallido derribó a un agente, mientras que otro disparó su arma, añadió.
Desde el pasado 2 de marzo, Austin registró cuatro paquetes bomba que causaron dos fallecidos y cuatro heridos. Un quinto paquete estalló a primera hora del martes en un centro de distribución de FedEx cerca de San Antonio.
Manley dijo que se cree que el sospechoso fue el responsable de todos los ataques en Austin, aunque las autoridades reconocieron que era demasiado pronto para determinar si el hombre actuó solo y cuál fue su móvil.
dlm