Las dos Coreas están a menos de 24 horas de celebrar su primera cumbre en once años, marcando así la distensión que se está produciendo desde principios de año. El presidente surcoreano, Moon Jae In, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un, se reunirán este viernes y ya se han conocido detalles de cómo se planteará este histórico momento.
Kim Jong-Un llegará a pie al país vecino. Y cuando cruce la línea de demarcación militar que divide las dos Coreas, le estará esperando al otro lado Moon Jae-in.
Será a las 9:30 cuando escoltas de una guarnición de honor lo guíen hasta Peace House, el edificio que será la sede del esperado encuentro, situado en la franja Sur de la militarizada frontera intercoreana. Y así ocurrirá algo que no ocurría desde el final de la Guerra de Corea en 1953: que un líder norcoreano pise suelo surcoreano.
Tras la primera toma de contacto y el inicio de las conversaciones, los almuerzos serán por separado. Y llegará otro gesto: ambos líderes plantarán un árbol, un acto que simbolizará la «paz y prosperidad» al realizarse en la línea de demarcación.
Todo está pensado: el pino se plantará utilizando suelo del Monte Paektu, en Corea del Norte, y del Monte Halla, en Corea del Sur. Hasta el agua para regarlo es simbólica, proveniente del río norcoreano Taedong y del surcoreano Han. Para terminar, un paseo juntos por Panmunjon y vuelta a la ronda de conversaciones.
Al final de las conversaciones, Kim y Moon firmarán un pacto y harán un anuncio. Más tarde, cenarán en el lado surcoreano y verán un videoclip juntos.
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