Argentina sufre una crisis cambiaria luego de la fuerte alza del dólar desde finales de abril que ha llevado a una depreciación del peso de más del 25 por ciento en lo que va del año.
La devaluación, que se aceleró en las últimas semanas, obligó al Banco Central a sacrificar más de 6 mil millones de dólares de sus reservas totales por más de 54 mil millones y fijar una tasa de referencia récord de 40 por ciento.
En tanto, el presidente Mauricio Macri anunció que negocia un préstamo con el Fondo Monetario Internacional y redujo la meta de déficit fiscal primario (antes del pago de intereses) de 3.2 por ciento a 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto.
El dólar batió varias veces su máximo histórico y llegó a cotizar esta semana a 25.30 pesos por unidad; el martes cerró en 24.50 pesos tras la intervención del Banco Central en el mercado cambiario.
QUÉ DESENCADENÓ LA CRISIS
El peso perdió terreno frente al dólar luego de que el alza en las tasas de interés estadounidenses atrajera a los inversionistas, que sacaron su dinero para colocarlo en Estados Unidos.
En ese marco, los inversores se desprendieron a su vez de títulos locales para refugiarse en el dólar a raíz de la reciente entrada en vigencia de un impuesto que grava esas colocaciones, a lo que se sumó el creciente nerviosismo entre los argentinos proclives a ahorrar en esa divisa para protegerse de los vaivenes de la economía.
Contribuyó además el reducido sistema financiero del país que lo obliga a recurrir al mercado internacional de capitales cuando tiene grandes necesidades de financiamiento, haciéndolo vulnerable a los movimientos de las tasas de interés.
Analistas afirman que esta no es una crisis bancaria ya que no existen problemas de depósitos en pesos y dólares.
POR QUÉ ARGENTINA PIDIÓ AYUDA AL FMI
Argentina pidió financiamiento al Fondo Monetario Internacional tras la fuerte devaluación del peso y un pronóstico poco alentador de la economía global.
El gobierno de Macri dijo que busca evitar una crisis económica y que debe actuar ante una situación compleja en el mundo por el alza de las tasas de interés y el incremento de los precios del petróleo.
Con el préstamo se pretende apuntalar las reservas, apaciguar las presiones sobre la moneda, asegurar recursos para el pago de deuda hasta fines de 2019 y restablecer la confianza internacional en el país.
Según analistas, el acuerdo obligará a Argentina a replantear su plan gradual de ajuste de la economía.
Se desconoce el monto del crédito que Argentina ha pedido al FMI.
QUÉ CARACTERÍSTICAS TENDRÍA EL ACUERDO CON EL FMI
Argentina ha iniciado negociaciones para obtener un préstamo contingente de alto acceso.
El directorio del organismo celebrará una reunión informal el 18 de mayo para analizar la petición argentina que cuenta con el aval de Estados Unidos y otras potencias como Alemania y Japón.
Se desconocen las características del acuerdo crediticio ni las condiciones que impondría el Fondo a Argentina, aunque analistas dan por sentado que exigirá una reducción del gasto público y otras políticas de ajuste como la reducción de algunos subsidios sociales.
QUÉ EFECTOS TENDRÍA LA CRISIS CAMBIARIA EN LA ECONOMIÍA
El gobierno y los economistas reconocen que la fuerte apreciación del dólar se trasladará a la inflación, uno de los principales problemas de la economía junto al déficit fiscal.
El alza de los precios fue de casi 25 por ciento en 2017 y el gobierno da por hecho que en mayo habrá una aceleración de los precios a raíz de la caída del peso.
Los economistas afirman que el Ejecutivo no podrá cumplir con su meta inflacionaria de 15 por ciento para este año y consideran que el alza del costo de vida será de al menos 25 por ciento.
Además se espera un enfriamiento de la economía.
El PIB creció 2.8 por ciento en 2017 y tras la sequía de los últimos meses que afectó al sector agropecuario -principal fuente de divisas- los economistas esperaban un crecimiento de poco más de 2 por ciento en 2018, estimación que no se cumpliría.
QUÉ RIESGOS ENFRENTA EL GOBIERNO
Macri venía sufriendo una caída en su imagen por sus políticas de ajuste, que en los últimos tiempos conllevaron a un aumento de las tarifas de servicios como el gas y la luz.
Es de esperar que el pedido de ayuda al FMI se refleje en las encuestas.
Los ciudadanos tienen una muy mala imagen del Fondo, especialmente a raíz de la crisis de 2001 cuando se lo apuntó como responsable del colapso de los bancos, la devaluación de la moneda y el crecimiento de la pobreza a tasas mayores al 50 por ciento por sus políticas de ajuste.
Es prematuro saber si la oposición capitalizará el malestar -que se ha manifestado a través de constantes protestas callejeras-, pero podría aprovechar esta crisis para endurecer su postura en asuntos como el aumento de tarifas, que pretende frenar en el Parlamento.
fgr
