Más represión. Ésta fue la respuesta del gobierno de Daniel Ortega a las jornadas antigubernamentales que ya alcanzan 42 días. Ayer una caravana de vehículos institucionales y civiles cargados de agentes antimotines y de brigadas especiales de la Policía Nacional se desplazaba en varios puntos de Managua, fuertemente armadas, desde las primeras horas del día.
La jornada de manifestaciones entre la noche del lunes y el amanecer de ayer fue una de las más violentas: saldó con dos muertos, 29 lesionados y agresiones a periodistas, incluyendo un equipo de cobertura de la agencia de noticias española EFE.
Ciudades como Managua, Masaya, León y Chinandega se mantienen bajo un resguardo inusual, incluso para el momento de crisis que atraviesa Nicaragua, y que ha cobrado al menos 78 vidas, la mayoría jóvenes “autoconvocados” para protestar contra el gobierno de Daniel Ortega.
“Existen razones para pensar que dichas muertes habrían ocurrido con conocimiento de las más altas autoridades del Estado nicaragüense, entre ellas el presidente de la república”
Amnistía Internacional
En un informe
La ciudad de Masaya fue una de las más golpeadas por la violencia nocturna, ya que la población atacó la sede de la Policía Nacional, en represalia porque las fuerzas policiales y “parapoliciales” agredieron a estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) horas antes en Managua. La violencia fue aprovechada por saqueadores, por lo que ayer Masaya amaneció con escenas similares a las de una catástrofe.
En Managua la policía agredió ayer, con balas de fuego, a un grupo de manifestantes que tenía bloqueada la Carretera a Masaya, una de las pistas más importantes de Nicaragua, para luego realizar rondas por los barrios periféricos de la ciudad. Los patrullajes también fueron reportados en León y Chinandega, a pesar de que los actos de violencia en estas ciudades fueron menores.
Según Amnistía Internacional (AI), en los ocho casos analizados en los que la muerte se produjo por lesiones por arma de fuego, las víctimas “presentaban orificio de entrada del proyectil en una zona de alta letalidad”: cabeza, cuello o región torácica superior.
El Dato: El lunes un grupo de estudiantes tomó el control del instituto Manuel Hernández y, tras ser desalojado a la fuerza por personas ajenas al centro, fue tiroteado.
Las acusaciones de serias violaciones de derechos humanos por parte del Estado nicaragüense en el marco de las protestas que desde hace 42 días sacuden al país centroamericano siguen acumulándose. De acuerdo con AI, todo apunta a que algunas de las más graves se han producido con el conocimiento del presidente Daniel Ortega.
“Dado el contexto en que sucedieron estas muertes y tomando en cuenta la arquitectura institucional que organiza a las fuerzas de seguridad del país, la organización considera que existen razones para pensar que dichas muertes habrían ocurrido con conocimiento de las más altas autoridades del Estado nicaragüense; entre ellas, el presidente de la república”, se lee además en el reporte “Disparar a matar: estrategias de represión de la protesta en Nicaragua”.
Los ataques de la Policía nicaragüense a los manifestantes fueron intermitentes en los últimos días, pero desde la agresión de ayer a la UNI no ha cesado, a pesar de que el gobierno de Ortega se comprometió a detenerlos en la mesa de diálogo nacional que pretende sacar al país de la crisis.
“Me confirmaron del Hospital Bautista de Managua que han recibido a 41 jóvenes estudiantes heridos, en su mayoría, con armas de fuego. Uno murió”, notificó Ericka Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, a través de su cuenta de Twitter, Guevara-Rosas había transmitido en vivo un “brutal ataque” de la policía antimotines “con armas de alto calibre”, reportó ayer la BBC.
Pese a la violencia, la Comisión Mixta, integrada por tres miembros del Gobierno y otros tres de la denominada Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, acordó la reanudación del Diálogo Nacional.
¿Qué piden los estudiantes?
Las principales demandas son:
Justicia porque casi 80 personas han muerto, en su mayoría como consecuencia del uso desproporcionado de la fuerza por parte de agentes seguridad del Estado y grupos parapoliciales.
Una mayor democratización del país, que pasaría por una pronta salida del presidente Daniel Ortega. Sin embargo, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, denuncia una “ruta hacia un golpe de Estado”.