Por los problemas financieros que vive Venezuela, China cesó abruptamente la concesión de préstamos al gobierno de Nicolás Maduro, se informó este domingo.
Por primera vez en una década, los bancos institucionales chinos no prestaron nuevo crédito al país sudamericano durante 2017 ni lo que va de 2018.
Lo anterior responde a la preocupación del gigante asiático sobre la sostenibilidad de sus inversiones y la capacidad del gobierno venezolano para devolver lo prestado.
Pekín, a través de China Development Bank y el Eximbank, concedió a Venezuela préstamos valuados en 62 mil 200 millones de dólares entre 2005 y 2016, según datos del informe anual del centro de estudios diálogo Interamericano, convirtiéndose en el principal acreedor de un país que ha visto cerrado su acceso a los mercados financieros internacionales.
El gobierno venezolano, que prometió devolver los préstamos en cargamentos de petróleo, se ha encontrado en serias dificultades para hacer frente a sus obligaciones en los últimos años ante la caída del precio del crudo y a la cada vez menor producción de la estatal, Petróleos de Venezuela.
A través de un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, afirmó que la cooperación financiera entre ambos países es completamente legal y funciona sin problemas.
Sin embargo, un alto funcionario del China Development Bank afirmó que mantienen una preocupación por la situación en Venezuela y actúan acorde a la situación.
La entidad en la que trabaja ha reducido rápidamente su exposición al país: 5 mil millones de dólares prestados en 2015, 2 mil 200 millones en 2016 y cero en 2017.
Tampoco han trascendido nuevas operaciones en lo que va de año, pero los expertos dudan que las haya.
"Difícilmente se enviará más dinero hacia Venezuela a no ser que cambien mucho las cosas", explicó un gestor familiarizado con la operativa del Fondo de Cooperación entre China y América Latina.
Las dificultades de Venezuela para repagar los préstamos a China se entrevé en la caída del valor de los suministros de petróleo por parte de PDVSA al país asiático: si en 2014 se enviaron a Pekín barriles de crudo por valor de 14 mil 371 millones de dólares, en 2016 la cifra cayó hasta los 5 mil 803 millones de dólares, según datos de la propia empresa.
A pesar que la crisis en Venezuela inició mucho antes de 2017, China no dejó de dar nuevos créditos hasta este año.
Margaret Myers coautora del informe de Diálogo Interamericano, explicó que las autoridades chinas mantenían esperanza de a través de consultas con el Gobierno de Nicolás Maduro o la financiación de producción de crudo, podrías resolver la situación en el país.
Nicolás Maduro tiene pendiente devolver a China préstamos por 19 mil 300 millones de dólares.
El gobierno chino se ha mostrado flexible con la administración de Maduro y le concedió en 2016 un periodo de gracia de dos años en el que eximió momentáneamente del pago principal de la deuda y solamente reclamó los intereses, un plazo que ya ha caducado.
"No tienen otra opción", aseguró Michael Pettis, profesor de finanzas de la Universidad de Pekín y socio de la Fundación Carnegie, en referencia al rol de China.
"Sólo se pueden hacer dos cosas si tu prestatario ono puede pagarte: reestructurar el préstamo o anunciar su incumplimiento, y esa segunda opción es muy difícil que ocurra entre dos países".
Con información de agencias
fgr