Ya de por sí afectadas por una grave escasez de mano de obra, las empresas de jardinería que no se dan abasto con la creciente demanda temen que una redada migratoria en la que fueron detenidas más de 100 personas la semana pasada dificultará aún más convencer al Congreso a que permita el ingreso de más trabajadores extranjeros a Estados Unidos para empleos de temporada.
Los propietarios de compañías de jardinería cerca de donde se efectuó la redada el martes en la ciudad turística de Sandusky a orillas del Lago Erie y en la cercana Castalia, dirigida contra trabajadores con documentos falsos en una de las mayores acciones policiales en un sitio laboral en años recientes, dijeron que generó amplia preocupación en el sector.
“Creo que la mayor parte de nosotros estamos haciendo las cosas de forma correcta, pero a todas las compañías les preocupará ser blanco de una redada”
Joe Drake
Director de la empresa JFD Landscapes
Drake, que mantiene jardines desde hace casi 30 años, estuvo en Chicago la semana pasada reuniéndose con otros empresarios que dan empleos por temporada para intentar elaborar una estrategia que convenza al Congreso a que reduzca las restricciones a las visas temporales H2-B, las cuales son para trabajadores extranjeros que asumen empleos de temporada no relacionados con la agricultura.
Aunque muchas empresas turísticas y compañías que contratan por temporadas fueron excluidas del programa este año, las de jardinería resultaron especialmente afectadas porque se apoyan en el programa más que muchos otros sectores para cubrir labores que dicen nadie más desea realizar.
“No estoy consintiendo violar la ley de ninguna forma, pero necesitamos un programa que funcione”, señaló Drake. “¿Cómo piensa que podrá realizarse este trabajo?”.
[caption id="attachment_752014" align="aligncenter" width="696"] Foto: Especial[/caption]
Este año por primera vez una lotería federal determinó qué empleadores recibirían su asignación de visas, que en un principio se decidió sería de 66.000 trabajadores hasta que el Departamento de Seguridad Nacional anunció hace dos semanas que autorizaría otras 15.000 visas adicionales.
Sin embargo, de todas formas eso deja una escasez, tras la eliminación el año pasado de una “exención para trabajadores que regresan” con la que los obreros podían volver a sus puestos de trabajo sin que ello se tomara en cuenta para el número total de visas.
La cifra de visas temporales emitidas cada año tiende a fluctuar con la economía del país. Y aunque el límite no ha cambiado desde principios de la década de 1990, en ocasiones el Congreso ha permitido excepciones que lo superan.
Joe Schill, presidente de la empresa de jardinería Green Impressions en Sheffield cerca de Cleveland, no recibió ninguno de los 18 trabajadores extranjeros con los que contaba este año, por lo que se vio obligado a rechazar pedidos de trabajo que le habrían permitido a su empresa ganar unos 300.000 dólares tan sólo en abril y mayo.
Intentar hallar quién reemplace a los extranjeros ha sido inútil, dijo. Cinco elementos recién contratados renunciaron la semana pasada, y “lo que queda por allí no puede aprobar un examen de dopaje”.
“No quiero contratar a tipos que estén en el país ilegalmente. Es un gran riesgo”, afirmó. “Pero créame, puedo entender por qué hay personas que querrían seguir ese camino. Puedo comprender totalmente a esos señores que piensan que pueden vencer al sistema”.
cms