El presidente del gobierno de español, Pedro Sánchez, anunció hoy que España recibirá al barco Aquarius, en el que se encuentran más de 600 personas abandonadas en el mar Mediterráneo.
En un comunicado, la Presidencia del gobierno indicó que el mandatario dio esas instrucciones a fin de que el país cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias, por lo que el buque tendrá como destino el puerto de Valencia (costa este de España).
“Por esta razón, es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional”, indicó la jefatura de gobierno español.
El barco Acquarius, de las organizaciones Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée, navega con 629 inmigrantes rescatados en alta mar, y permanecía entre Malta y Sicilia en esperar de poder atracar, pero el gobierno italiano rechazó esa posibilidad.
Por la mañana, Italia reiteró su negativa a aceptar el desembarco en sus puertos de la nave Acquarius, de las organizaciones Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée.
“Italia ha dejado de agacharse y de obedecer, ahora dice no”, dijo el nuevo ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvino a través de Twitter.
Oggi anche la nave Sea Watch 3, di Ong tedesca e battente bandiera olandese, è al largo delle coste libiche in attesa di effettuare l’ennesimo carico di immigrati, da portare in Italia.
L’Italia ha smesso di chinare il capo e di ubbidire, stavolta C’È CHI DICE NO.#chiudiamoiporti pic.twitter.com/kjusddFDqH
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 11 de junio de 2018
Insistió en que Roma no dará marcha atrás en su decisión de cerrar sus puertos a las buques de Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) que rescatan a los indocumentados en el Mediterráneo.
Según medios italianos, entre los indocumentados rescatados había 123 menores no acompañados, siete mujeres embarazadas y 11 niños.
Personal de Médicos Sin Fronteras refirió que los indocumentados estuvieron durante meses como prisioneros en Libia, donde habrían sufrido tortura y violencia.
En tanto, los alcaldes de las ciudades italianas de Palermo, Nápoles, Messina y Reggio Calabria se dijeron dispuestos a recibir a los naufragos, como prevén las leyes internacionales.
Sin embargo, Roma insistió en que correspondía a Malta socorrerlos.
cls