El inminente arranque del juicio en contra del exasesor de Donald Trump, Paul Manafort, por sus supuestos lazos con agentes rusos durante la campaña presidencial de 2016 ha desatado una nueva tormenta política dentro de la Casa Blanca. Ayer, el abogado del presidente de Estados Unidos, Rudy Giuliani, acusó al fiscal especial Robert Mueller de actuar de mala fe.
Giuliani afirmó ayer, en entrevista con CNN, que el equipo legal del mandatario esperó 10 días para obtener una respuesta de la oficina de Mueller acerca de las negociaciones de lo que se puede preguntar durante la entrevista, diciendo que el presidente sólo respondería preguntas de acusaciones de colusión entre su campaña y el gobierno ruso, y no acerca de la supuesta obstrucción de la justicia.
“Hay ciertos temas generales y ciertas restricciones que nosotros estaríamos dispuestos a aceptar, creo. Les hemos hecho una oferta. Ha pasado una semana y 10 días, y no han respondido. Pero no los culpo”, manifestó el también exalcalde de Nueva York. Giuliani anunció que Trump podría decidir esta semana, o la próxima, acerca de si aceptará ser interrogado.
[caption id="attachment_778334" align="alignright" width="167"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
La intriga en torno a la investigación del Departamento de Justicia de la interferencia de Rusia en las elecciones ha aumentado en medio de las declaraciones del exabogado del presidente Trump, Michael Cohen, quien asegura que el multimillonario sabía antes de la elección de 2016 que funcionarios de alto rango de su campaña y familiares suyos se reunieron con rusos, que prometieron material negativo contra la entonces candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton.
“No sé qué sucedió con él; hace unos meses no estaba diciendo todas esas mentiras, hace unos meses, yo no sabía que él era un abogado que grababa a sus clientes en secreto”, espetó Giuliani en referencia a su antecesor.
“¡No hay colusión! La amañada cacería de brujas de Robert Mueller, liderada ahora por 17 demócratas enojados, fue iniciada por un archivo fraudulento, pagada por la deshonesta Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata. Por lo tanto, ¡la cacería de brujas es una estafa ilegal!”, tuiteó Trump la noche del domingo; un día antes de que comience el juicio en contra de Paul Manafort, por la trama rusa.
Manafort se convertirá hoy en el primer exasesor de Donald Trump en ir a juicio, acusado de fraude bancario e impositivo por los investigadores federales que tratan de probar la intromisión rusa (Rusiagate) en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
A pesar de centrarse en delitos financieros, el juicio podría generar daños políticos, ya que Manafort dirigió la campaña de Trump por tres meses y asistió a una reunión en junio de 2016 con representantes rusos, ofreciendo información perjudicial para la demócrata Hillary Clinton; un punto central de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller.
Los investigadores seguramente argumentarán que el gasto de Manafort en trajes, casas y artículos de lujo no coincidía con los ingresos informados en sus declaraciones de impuestos.
El Dato: El exabogado de Trump, Michael Cohen, acusa al mandatario de conocer antes de la elección de 2016 acerca de reuniones entre los rusos y funcionarios de su campaña.
Joshua Dressler, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Ohio, aseguró que la evidencia contra Manafort, de 69 años, parece ser fuerte. Manafort, quien se declaró inocente, enfrenta 18 cargos. Los nueve de fraude bancario y conspiración conllevan sentencias máximas de 30 años cada uno.
Sin embargo, dada la solidez de la evidencia, algunos expertos legales han sugerido que Manafort podría contar con un eventual perdón de Trump, quien ha calificado a su exjefe de campaña como un “tipo agradable” que ha sido tratado injustamente.
El equipo de Mueller ha estimado que podría tomar de ocho a 10 días presentar su caso al jurado.
Lo que Mueller quiere preguntar al presidente
Según el equipo de fiscales, estos son algunos de los asuntos que tratarían:
La participación del secretario de Justicia, Jeff Sessions, en el despido del exdirector del FBI, James Comey
Si Trump sabía sobre las llamadas telefónicas del exasesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, con el entonces embajador de Rusia, Sergey Kislyak, a finales de diciembre de 2016.
Mandatario de EU acepta reunión con Irán
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que estaría dispuesto a reunirse con su homólogo iraní, Hasan Rohani, “sin condiciones previas”, porque, según argumentó, “no hay nada de malo en reunirse”.
Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, de visita en Washington, Trump respondió así al ser preguntado por la prensa por un posible contacto con el líder iraní, tras el incremento de las tensiones entre ambos países en las últimas semanas.
“Sin condiciones previas. Si quieren reunirse, nos reuniremos”, dijo el mandatario, alegando que ese tipo de contactos son buenos para Estados Unidos, como hiciera con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
“Ciertamente me reuniría con Irán, si quisieran reunirse. No sé si están listos todavía, ahora están teniendo dificultades”, manifestó el mandatario estadounidense.