Iván Duque, el candidato del partido del expresidente Álvaro Uribe, asumió la presidencia de Colombia este martes.
Por delante tendrá como uno de sus principales retos la tarea de guiar la implementación del acuerdo de paz con los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que sigue en terreno inestable.
Tras su toma de posesión en la Plaza Bolívar de la capital, Bogotá, a sus 42 años, Duque se convirtió en el jefe de Estado electo más joven en la historia del país.
Duque toma el relevo de Juan Manuel Santos; es hijo de un ex gobernador y ministro de Energía. Su paso de popular senador a presidente ha sido extraordinariamente rápido, impulsado en parte por el apoyo de su mentor, Uribe.
Hace apenas cuatro años, Duque vivía en un suburbio de Washington y tenía un empleo en un banco de desarrollo internacional. Fue allí donde forjó una estrecha relación con Uribe, asistiendo al ex mandatario cuando impartió un curso en la Georgetown University.
En 2014, Uribe introdujo a Duque en la escena política cuando lo animó a regresar a Colombia para presentarse a un escaño en el Senado y lo colocó en una lista de nuevos candidatos para la que pidió el voto a sus partidarios.
Dentro del conservador partido Centro Democrático de Uribe, la reputación de Duque como una voz más moderada podría enfrentarlo con la sólida facción de derechas.
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